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De las de 160 estaciones de metro abiertas en Barcelona, ninguna tiene tanta historia como Rocafort, sobre la que siempre ha flotado una especie de leyenda negra de fantasmas, apariciones y muertes. Ahora, un director de cine ha explotado el filón del miedo para hacer un thriller que promete ponernos a temblar.
La mala prensa de la Estación Rocafort empezó en 1924 con un terrible accidente. "Se hundió el terreno donde estamos y provocó la muerte de 11 trabajadores". El espacio sirvió de refugio durante la guerra civil y en los 60 hubo más de un suicidio, que no hizo otra cosa que alimentar su halo maldito.
Con esa historia, el director Luis Prieto intuyó que había materia prima suficiente para hacer una película de terror y quiso subirse a ese tren. "Estación Rocafort es una película no apta para aquellos que se asustan fácilmente", alerta, porque "tiene una capacidad de asustarte, de conmoverte".
El plan original era rodar en la propia estación, pero algo les hizo reflexionar. Lo ha explicado el director Estación Rocafort: no se hizo así "por respeto a aquellas personas que habían muerto en la propia estación".
A partir de hechos reales, que sirven de punto de partida, se narra la historia de Laura, la protagonista, se empeña en descubrir todo lo ocurrido en la estación maldita.
La película llegará a las salas el próximo 6 de septiembre, pero ya están advertido de que es una película llena de gritos, de misterio y de fantasmas que deambulan por los oscuros túneles de la Estación Rocafort.
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