Durante los años 80 surgieron modelos que se convirtieron en verdaderas celebridades que marcaron tendencia en el momento y que, aún a día hoy, siguen siendo grandes figuras. Los expertos coinciden en que dicha generación de modelos que conquistaron las pasarelas de todo el mundo es irrepetible.

Su estilo, porte, elegancia y personalidad dejaron una huella imborrable en el mundo de la moda y también en la crónica social del momento. Cindy Crawford, Naomi Campbell, Claudia Schiffer, Linda Evangelista y Nastasia Urbano, son solo algunos de los nombres que seguro suenan en las cabezas de muchos amantes de la moda. 

En el caso de Nastasia Urbano, nacida en Suiza y criada en Barcelona, triunfaba en los años 80 con tan solo 20 años, con el objetivo de coronarse como reina de la moda. 

De la mano del célebre fotógrafo de moda Fabrizio Ferri comenzó una apoteósica carrera como modelo, triunfando en las pasarelas internacionales y con los fotógrafos más codizados. Se convirtió en la musa de marcas como Yves Saint Laurent, Opium, Virginia Slims, Revlon… y llegó a ser portada de Vogue en Milán. En 1981 viajaba hasta la Gran Manzana para fichar por una de las agencias de modelos más prestigiosas del mundo, Ford. 

"Era muy camaleónica y la gente no se cansaba de mí. Hay modelos que son muy guapas pero que solo tienen un registro. Yo nunca tuve ese problema", explicaba la propia modelo hace unos años en una entrevista en El País. 

Nastasia triunfaba en el mundo entero gracias a su belleza y a su arrolladora personalidad, convirtiéndose en una de las modelos más deseadas por muchos. "Viajaba por toda Europa por trabajo, me llamaban de Londres para hacer fotos de catálogo, luego iba a París, me iba muy bien. Era muy apreciada. Entonces me fui a Nueva York, porque en el mundo del modelaje, una vez has hecho Europa, vas a Nueva York a probar”, aseguraba la exmodelo en El Periódico de Cataluña. 

La vida le sonreía, y formaba parte de la jet set del momento: “Yo cenaba un día con Jack Nicholson, otro día con Andy Warhol. O con Roman Polansky, o con Harrison Ford. Estuve en fiestas con Melanie Griffith, con Don Johnson, con Simon y Garfunkel. Estuve a punto de ir a la boda de Madonna con Sean Penn porque estaba invitado David Keith, el de 'Oficial y caballero', y yo en esa época salía con él, pero ese día nos levantamos con tal resaca que no pudimos ni levantarnos. Lo tenía todo, vivía como una reina", aseguraba la modelo.

Para gestionar su fortuna contacto con un banquero, quien además de controlar sus finanzas se convirtió en su marido, y se aprovechó de ella para quedarse con toda su fortuna. “Lo pagaba todo con mi dinero. Al segundo día de conocerle quiso que le comprara un BMW, y yo, como una tonta, le hice el cheque. Estaba enamorada. Si no confías en la persona de la que estás enamorada, ¿en quién confías? Pero él no. Él no me quería", afirmaba Urbano. 

La modelo pasó una de sus etapas más complicadas hace algunos años, atravesando un divorcio que la dejó en la ruina y viviendo en la calle. Las grandes dificultades económicas tras su divorcio le hicieron vivir varios años en un cajero de un banco en Barcelona.

La dramática situación que vivía llegó a la prensa y con ello, a conocidos y amigos de la modelo que decidieron echarle una mano para salir de la indigencia ocasionada por los tres desahucios a los que ha tenido que hacer frente. Daniel Mirabal Gallego-Díaz, profesional del mundo de la moda que conoció a Nastasia en París, organizó una campaña solidaria para recaudar dinero y de esta forma, sacar a Urbano de la calle. Dicha campaña recaudó 6.000 euros y Nastasia volvió a entrar a la industria en pequeña escala.