De la mano del director Pablo Quijano, Bibiana Fernández se vuelve a subir a las tablas para dar vida a La Señora, mucho más que una adaptación de la mítica obra Las criadas de Jean Genet que en los años 70 protagonizó Nuria Espert. La actriz sale de su zona de confort para adentrarse a través de la protagonista en un dramático viaje hacía lo más profundo y oscuro del ser humano.
Hasta el próximo 4 de agosto, la actriz de personalidad poliédrica, que ha trabajado con directores como Pedro Almodóvar, Fernando Trueba, Manuel Gutiérrez Aragón y Álex de la Iglesia, protagoniza en La Señora a una actriz retirada de los escenarios a los 70 años, a la que sus hijos, aspirantes a directores, quieren convencer para que vuelva a actuar. Ella vive marcada por una obra que nunca llegó a representarse: Las criadas, de Jean Genet. Un estreno que se vio frustrado en los años 70 y del que ella no ha podido olvidarse, porque cree que la censura la privó de ser una artista con mayúsculas, dejándola sumida en una carrera banal.
El Teatro Pavón es el testigo perfecto de esta alusión al montaje de Genet que remite a una de las obsesiones de Pablo Quijano, quien recuerda el montaje que hizo en 1969 Nuria Espert de Las criadas de la mano del director argentino Víctor García, un hito del teatro español que estuvo a punto de no estrenarse a causa de la censura.
Un montaje que te deja atrapado al asiento desde que Xoán Fórneas y César Vicente pone un pie sobre el escenario. Una versión explosiva, dura, real, dramática y con tintes surrealistas que nos lleva de la mano por un viaje al lado más oscuro del ser humano, a la dura realidad de una actriz acabada que lleva 40 años sin subirse al escenario, a una realidad política que no tiene fecha y a otros aspectos más crueles del ser humano que no esperas descubrir.
La impresionante llegada de Bibiana Fernández a escena es solo un anticipo de una desgarradora e intensa interpretación, que nos muestra el lado más dramático de la actriz. Dando vida a una mujer única, como es ella, nos destapa una de sus facetas más desconocidas de la mano de los actores Xoán Fórneas y César Vicente.
Metidos en el papel de dos hijos que aspiran a ser directores y una madre actriz, los tres se funden en una interpretación magistral y llena de fuerza que conecta con el público, y no deja de sorprenderte hasta el último segundo.
La Señora cuenta en el diseño de iluminación con otro nombre señero del teatro español, el dramaturgo Ernesto Caballero, quien dirigió el Centro Dramático Nacional, y con el que Pablo Quijano ha trabajado como ayudante en montajes como Esta noche se improvisa la comedia, El proceso, Hannah Arendt en tiempos de oscuridad y Yerma.
El propio Quijano acredita una versatilidad sorprendente en su juventud. Palentino de 1996, en su formación como actor recibió enseñanzas de directores como Ernesto Caballero y Juan Mayorga, y enseguida comenzó a interesarse por la dirección y la escritura. Desde los 20 años empieza a rodar cortometrajes y piezas con su móvil, indagando así en un lenguaje cinematográfico propio. De esta manera rueda Los hijos de, una película underground hecha íntegramente con su móvil. En 2020 filma Marinera de luces, la historia de una chica trans en un pueblo de Palencia y en 2021 funda su propia compañía de teatro, Los hijos de, con la que estrena como director y dramaturgo La gaviota o los hijos de, una indagación en los límites entre el cine y el teatro hablando de los reality shows y la corrupción de la juventud con La gaviota de Chéjov como marco. Posteriormente estrenó el corto Rubio cobrizo y escribe su primer largometraje, Marinera de luces, que nace del corto homónimo.