Manolo García ha protagonizado un espectáculo donde los clásicos han traspasado fronteras en el WiZink Center en Madrid, donde, por más de tres horas, el artista ha alternado nuevos y viejos temas, sin olvidar canciones como ‘El último de la Fila’, la mítica formación que lideraba junto a Quimi Portet y que se disolvió hace ya más de dos décadas.

En este concierto, el cual ya tenía colgado el cartel de ‘sold out’ desde hacía meses, el cantante ha ofrecido una innovadora puesta en escena a la hora de interpretar sus canciones, con una vibrante escenografía y pantallas gigantes a ambos lados del escenario, lo que facilitaba la visión a todos y cada uno de los asistentes.

Precisamente, con la gira ‘Cero Emisiones Contaminantes Desde Ya’. Ha hecho un llamamiento a la lucha contra el cambio climático, además de cantar con el recinto a oscuras la emotiva canción ‘Insurrección’. Cuando terminó este tema agradeció a sus fans el haberle acompañado a tal espectáculo mientras se despedía de ellos dedicando el concierto al pueblo de Palestina “por el sufrimiento inhumano al que está siendo sometido”. Acompañando estas palabras, tenía puesto en el cuello el pañuelo palestino que lució durante gran parte del concierto. De la misma manera, dedicó todas las canciones a pequeños agricultores y ganaderos, pidiendo que se les trate bien, sin olvidar tampoco a los “currantes de las compañías de discos, que son los que están a pie de calle”.

Fue un concierto en el que estuvo muy presente la participación del público en todo momento, ya que desde el primer minuto pidió a su público que guardasen los teléfonos móviles para tener una mejor experiencia. Todo ello se acentuó cuando dio paso al famoso tema ‘Pájaros de barro’, el cual ha sido interpretado en la pista de un iluminado recinto, entre el coro de miles de personas.

Otras canciones de Manolo García más nuevas que también fueron tocadas son ‘1000 veranos’ o ‘Un giro teatral’, junto con otras más veteranas como ‘Mientras observo al afilador’, ‘Como quien da un refresco’, ‘Zapatero’, ‘Rosa de Alejandría’ y muchas otras más. Además, también ha contado con la presencia de Juan Carlos García (teclado, percusión y coros), Íñigo Goldaracena (bajo y contrabajo), Víctor Iniesta (guitarra española y acústica, percusión), Albert Serrano (guitarra eléctrica), Olvido Lanza (violín y coros), Ricardo Marín (guitarra eléctrica y acústica), 'Josete' Ordóñez (guitarra española, mandolina, mandola) y Charly Sarda (batería y percusiones). "Aquí somos todos", ha destacado el artista en respuesta a quienes coreaban 'Manolo, Manolo'.

Sin duda, el artista llenó los corazones de todos sus fans cuando, al sonar ‘A San Fernando, un ratito a pie y otro caminando’, cayó sobre el WiZink cientos de gigantes globos de colores justo antes de volver de una pausa que hizo cuando ya llevaba dos horas de espectáculo. En ese momento, García instaba a sus seguidores a "buscar la luz y la alegría". "¡Viva la emoción de vivir y vivamos el presente!", clamaba ante el público en un escenario que imitaba a un salón, sentado el autor en un sillón mientras entonaba la reciente 'Reguero de mentiras'. En la recta final del concierto nadie quería abandonar las gradas ni la pista mientras la banda interpretaba ‘Si te vienes conmigo’ o ‘Nunca el tiempo es perdido’. 

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