Carl Von Haartman tuvo una vida tan ocupada que pudo decir que pasó de luchas contra los bolcheviques en su Finlandia natal hasta convertirse en actor de Hollywood y participar en la guerra civil española antes de su descanso en Málaga, donde acabó falleciendo.

Nació en Helsinki, en el seno de una familia acomodada en 1897, cuando Finlandia todavía formaba parte del Imperio Ruso, de hecho, el primer conflicto bélico en el que intervino fue la guerra de la independencia de ese país. En ella, se enfrentó a los finlandeses que estaban siendo apoyados por los bolcheviques y las atrocidades que contempló y el hecho de perder a varios familiares hicieron que en él surgiese un sentimiento anticomunista que marcó el resto de su vida.

Tras continuar su vida militar, fue enviado a Roma como miembro de la Embajada de su país, donde aprovechó para ir de fiesta en fiesta y disfrutar de la vida, lo que hizo que su familia le retirase el apoyo económico.

Entonces en 1922 se trasladó a EEUU. Allí encontró un puesto de trabajo que consistía en el asesoramiento militar para películas de guerra en Hollywood hasta que La Paramount le contrató en 1927 como actor para que interpretase a un oficial alemán durante la Primera Guerra Mundial en la película ‘Wings’. Más adelante acabó actuando en otras películas como Very Confidential' (1927) y 'The Wedding March' (1928), pero su papel más importante llegó, a las órdenes de Victor Fleming, en 'The Awakening' (1928), en la que encarnó al teniente Franz Greyer.

Una vez regresó a su país, filmó películas en las que ejercía como director, guionista y actor principal, como 'Korkein voitto' (1929) o 'Kajastus' (1930), en cuyo reparto estaba una joven actriz llamada Elsa Segerberg con la que se casaría poco después y tendría su única hija, Christina.

En 1930 volvió a Hollywood y participó en 'Hell's Angels', dirigida por el mítico Howard Hughes, un personaje que después inspiraría la película de Martin Scorsese 'El aviador' (2004), protagonizada por Leonardo DiCaprio.

Viajó a España durante la Guerra Civil y se unió al bando de los sublevados para luchar contra el comunismo, algo que él identificaba con luchar por la libertad. Llegó a hacer migas con el líder de la Falange Manuel Hedillla, quien aprovechó su formación militar para encomendarle la instrucción de los falangistas, pero la lucha de poder en esa organización le llevó a ser detenido hasta que fue liberado por el embajador alemán Von Faupel. Fue destinado de nuevo a España en 1942 donde conoció a altos cargos del franquismo. Este bando le nombró coronel honorario y fue condecorado por su país por contribuir a estrechar relacionales entre ambas naciones. Convertido en empresario gracias a Franco, pudo comprar en Alhaurín de la Torre la Finca El Alamillo, una espectacular propiedad que actualmente se usa para acoger celebraciones y eventos, donde Von Haartman falleció en 1980. Su cuerpo guarda sepultura en su país, pero muchos descendientes suyos siguen residiendo a día de hoy en la provincia de Málaga. 

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