Jacobo Alcalde tiene cinco meses para convertir un lienzo vacío en arte. Y no en cualquiera. El encargo que le ha hecho El Prado no es pequeño. Copiar "Mercurio y Argos", de Rubens. La idea no deja de ser atrevida. "Que replique el proceso de producción de un cuadro tal y como lo hacía Rubens". Es decir, con pinceles de entonces de marta, ardilla, de animales tipo mustélido y con pinturas y mezclas del siglo XVII. Alcalde reconoce que se trabaja con "medidas muy al ojo y tienes que ponerte como un alquimista a comprobar".
Hubo un tiempo en el que Reyes y Nobles tuvieron a los pintores trabajando sin descanso. Había que decorar los palacios. A Rubens, Felipe IV le pidió nada menos que 120 lienzos, de los que entregó 60. "Mercurio y Argos" es uno de ellos. "Un pintor tiene una idea original, aquí tenemos bocetos de Rubens y de ahí en adelante la transferencia de esa idea se puede hacer de muchas maneras. Si el precio no es alto lo hacen sus ayudantes y no él". 20 ayudantes llegó a tener el pintor alemán. Jacobo está solo. Y sí el encargo le "quita el sueño por exceso de motivación".
Jacobo Alcalde logró con solo nueve años ser becado por una fundación y a los 19 vio colgado uno de sus cuadros en el Museo Europeo de Arte Moderno (MEAM), en Barcelona. Ha estado años estudiando la técnica veneciana, empleado para agilizar el proceso de creación de estos artistas, abrumados por los encargos.
Para lograr acabar la obra a tiempo, Jacobo tuvo primero que encolar el bastidor y el lienzo, pasar una piedra pómez para evitar cualquier imperfección en la tela. Después la cubrió con una mezcla de carbonato de calcio con aceite y tierras. Hecho esto, dibujará muy levemente sobre el lienzo los personajes y comenzará a hacer imprimaciones de color y un bosquejo de los volúmenes. Luego dará capas de color bastante transparentes y los últimos realces en determinadas partes de la pintura. El proceso acaba con el barnizado de la obra.
El Museo del Prado tiene previsto en octubre del próximo año inaugurar la exposición El taller de Rubens, comisariada por Alejandro Vergara Sharp (Washington, 63 años), jefe de conservación de pintura flamenca de la pinacoteca nacional. En ella se recreará con gran exactitud cómo era el laboratorio artístico del genio de Siegen (Alemania), incluyendo los olores que aspiraba cuando creaba.
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