María Peláe: "Adoctrinamiento es el que he vivido yo, que he tenido que ser hetero por la fuerza"

María Peláe no para. Tras lanzar en 2022 su disco La Folcrónica, volvió a meterse en los estudios a componer y hacia mediados del 2023 ya estaba lanzando otro sencillo, La Putukita, con el objetivo de comenzar a mover el avispero para el lanzamiento de un nuevo álbum: 'Al baño María', su tercer disco, llegará el 20 de octubre y se intuye que romperá las estructuras. ¿Por qué? Porque María Peláe no quiere encajarse en ningún estilo y no lo necesita. Junto a su pareja, Alba Reig, han encontrado la manera de que sus creaciones no sean de aquí ni sean de allá. Una esencia folklórica atravesada por los ritmos urbanos, latinos y los sonidos que aporta ese mestizaje a la tradición española.

"Spotify no sabe dónde ponerme. Yo tampoco lo sabría", dice entre risas, entregada al hecho de no etiquetarse y fluir. Sin embargo, lo lleva claro: hay cosas que no hará. No cambiará su estilo por encajar en un formato. No será sexy a la manera en que muchos entienden el ser sexy. No dejará de defender la bandera LGTBI+ aunque eso le traiga críticas: "Recibo críticas pero de un sector que si te critica...algo bueno habrás hecho".

Pero son minoritarias. Para muchos, María Peláe es mucho más que una cantante. Es una artista y es una referente del colectivo que ha sabido conectar con la audiencia y empatizar con las dificultades por las que todavía siguen pasando las personas LGTBI+. Habla de eso en sus canciones, en sus entrevistas y también en los eventos en los que puede alzar la voz. La primera vez fue en el pregón del Orgullo de Torremolinos, cuando su discurso, en el que contaba cómo había ocultado su orientación sexual de niña y adolescente, se hizo viral.

"Yo no sabía ni que me estaban grabando. Hice el pregón siendo lo más honesta posible. No puedo pasar de puntillas por algo que yo he vivido. Pero no era consciente que se iba a formar lo que se formó", recuerda y dice sentirse, valga la redundancia, muy orgullosa de poder representar el sentir de tanta gente, y refutar a viva voz a los que niegan sus derechos.

Sobre los grupos de ultraderecha que cuestionan a la comunidad, dice: "Hay que preocuparse para que no haya vuelta atrás. A nivel histórico, cada vez que ha habido grandes cambios o se ha avanzado rápido hacia un lugar, hay un sector que como no lo termina de entender, reacciona".

"¿Adoctrinamiento? Yo he tenido que ser hetero por los huevos"

Hay un clima extraño en las redes sociales en lo que respecta a la sexualidad. Si en los albores de Twitter los usuarios no tenían filtro (a niveles tan grandes que muchos han tenido que borrar tuits), ahora es todo lo contrario. Aitana baila sensual y se la condena. Lali se mueve entusiasta entre la bisexualidad con sus letras y coreografías, y surge la censura. Hay quienes han acusado a una y otra de adoctrinar a sus hijos y han combatido con fervor la educación sexual integral en las escuelas catalogándola de "doctrina de género".

"Adoctrinamiento es lo que he vivido yo, que he tenido que ser hetero por los huevos", responde sin enojo pero con contundencia, María Peláe e invita a no bajar los brazos: "No hay que dar las cosas por hecho porque al parecer de un plumazo lo primero que se cuestiona es nuestra existencia".