Mario, el joven de Ferrol en silla de ruedas, estalla contra los cines: "Que no nos pongan en primera fila"

Mario Becerra ha demostrado que no hace falta salir en televisión para que las instituciones te escuchen. Lo ha demostrado porque, ni aún siendo el protagonista de la apertura de todos los telediarios del país, consiguió que el ayuntamiento de Ferrol le ayudara con su todavía presente problema. Desde que nació, este joven de 29 años sufre una enfermedad que le obliga a moverse en silla de ruedas pero, como su edificio no tiene ascensor, ha tenido que aprender a salir de su casa con otra estrategia.

Gracias a su agilidad y su fuerza (tanto física como mental), este gallego, al que no le para la vergüenza, sube y baja las escaleras de su segundo piso a gatas. Y, aunque ha desarrollado una gran habilidad para moverse en vertical, es consciente de que ningún ser humano debe conformarse con "arrastrarse por el suelo". Por eso, a través de sus ingeniosos vídeos de TikTok, que se hicieron virales al instante, pidió a las autoridades relevantes que estudiaran su edificio para que le pusieran un ascensor.

Cuatro meses después, la respuesta ha sido "no". Tanto para él, como para su vecino, que padece cojera y para la mujer de éste, recientemente diagnosticada de EPOC. "Ni siquiera se pusieron en contacto con nosotros. Tuvimos que ir con la petición y nos dijeron que, como el edificio tiene más de 30 años, que no se le podía poner ascensor", ha dicho en una entrevista para Yasss, aclarando que tampoco les ayudaron con una silla eléctrica, la otra posible solución.

La solución: ascensores, rampas y distintos niveles

Sin embargo, a pesar de haber perdido esta batalla, Mario no se ha venido abajo. Su lucha por la dignidad continúa y, ahora, en una nueva entrevista exclusiva, ha pedido a "los cines de toda España" una mayor adaptabilidad pues, a día de hoy, dicha adaptación de las salas se reduce a tener un espacio para las sillas de ruedas delante de la primera fila, donde los espectadores, literalmente, se "rompen el cuello":

"Quiero denunciar a los cines sin adaptar. Yo soy una persona en situación de dependencia y, cada vez que quiero ir al cine, me veo en la obligación de dejar la silla delate de la primera fila, a pie de pantalla, y ver la película con la cabeza completamente inclinada. Como, de momento, sigo teniendo fuerza, dejo la silla en el sitio adaptado y subo gateando, escaleras arriba, hacia una butaca. Pero pido, por favor, a todos los cines de España, que ayuden a todas las personas que están en mi situación a que podamos ir a ver una película", ha sido su nueva reivindicación.