El mundo de la comunicación se ha despertado este domingo de luto por la repentina muerte de Pepe Domingo Castaño a los 80 años. Un fallecimiento inesperado que ha tenido lugar la pasada madrugada en el Hospital de la Zarzuela de Madrid como consecuencia de una septicemia tras una infección de garganta que no llegó a curar.
La capilla ardiente de este ilustre gallego, una de las grandes voces de la radio musical y deportiva, que se ha marchado rodeado de su familia y de su íntimo amigo Paco González, se ha instalado en el tanatorio de Pozuelo de Alarcón.
En su libro autobiográfico, titulado 'Hasta que se me acaben las palabras', el periodista dejó un curioso presagio sobre su fallecimiento y la lluvia que se ha cumplido.
"El día que me toque el turno, en el umbral de lo que todavía nadie ha podido ver y contar, lloverá, lloverá torrencialmente. Creo que así está escrito no sé dónde. Si no lloviese en ese momento, aunque a mí de poco me servirá, esta historia quedaría incompleta, igual que esas sinfonías que nunca tienen final, porque el autor así lo quiso", escribió Castaño.