El protagonista de 'Aristóteles' (Blackie Books), la primera novela del escritor Carlos Herrero, más conocido en redes como @chenoanooficial, es un joven que lo tiene todo: un amor estable, unas amigas que le adoran, una familia que le cuida, estabilidad…
Su problema es que lejos de sentirse pleno, está insatisfecho. Anda a la búsqueda de otros amores y realidades ajenas a la suya. Un personaje que, como cuenta el propio autor en esta entrevista a Yasss, tiene que ver con él, pero también con muchos de nosotros. Porque, ¿quién no se ha sentido incompleto teniéndolo todo?
Pregunta: Al leer el libro es fácil reconocerse en el protagonista. Un joven que lo tiene todo pero que se siente insatisfecho. Se trata de un sentimiento muy generalizado en la actualidad.
Respuesta: Sí, es un pobre chaval que sufre la problemática de tenerlo todo, de no tenerse que enfrentar a problemas de verdad como una enfermedad o materiales, pero que necesita algo más. Se está haciendo mayor pero no sabe qué quiere en su vida ni qué no quiere. Va capeando el temporal a base de prueba y error. Y más o menos está satisfecho con todo hasta que se da cuenta de que la vida es así.
Como dices, el protagonista es una persona insatisfecha por naturaleza. Sobre todo en el amor. ¿Crees que es algo generacional?
Creo que sí que hay una parte generacional que afecta a todos los ámbitos, no solo al amor. Nosotros hemos crecido con todas las posibilidades, con acceso a todo tipo de música, planes, tipos de comida, etc. Cuantas más opciones tienes, más insatisfecho estás porque parece que siempre hay algo mejor que no estás haciendo. Esto es aplicable también al amor: vivimos con la sensación de que el amor se ha convertido en un pequeño bien de consumo. Pasa a ser algo que quieres tener más que un sentimiento. Obviamente no es al 100% porque podemos mantener algo de su pureza, pero está contaminado.
¿Es posible alcanzar así el amor?
Yo creo que sí se puede. O al menos tener la sensación de que uno está enamorado. Los sentimientos evolucionan y todo depende de cómo los interpretes. Obviamente esta perspectiva es súper catastrofista, ya que presenta al amor como algo material y no real. Pero tenemos la suerte de que hay una parte de los sentimientos que va fuera de la norma. Yo soy un firme creyente del amor y creo que todo el mundo va a encontrar a su alma gemela.
Igual que en el amor, el protagonista se siente así en otros muchos ámbitos de su vida. Como el querer disfrutar de todos los momentos que vive. Algo que le es imposible y que le acaba dejando un poso de tristeza.
Yo soy una persona víctima de la anécdota. Me cuesta mucho irme de los sitios. Nadie me verá nunca en mi casa. Creo que nos cuesta mucho ser felices en el momento y que lo recordamos mejor de lo que es. Este finde estuve en un festival y después, recordándolo con amigos, parecía que me lo había pasado mejor. Al final lo importante es el relato, tanto de los planes como del amor.
Bajo estos parámetros, el protagonista solo podía salir como una persona llena de contradicciones. Quiere el amor pero lo repele; quiere estar en todos los lados, pero nada le es suficiente.
Es una persona muy real. No es un héroe ni un antihéroe. En la obra tenemos acceso al 100% de su mente ya que los pensamientos están sin filtrar. Cuando eres tú mismo tienes tus contradicciones, ya que muchas veces no sabes lo que te apetece realmente. No sabes si eres víctima de tu contexto o si realmente quieres hacerlo. Yo soy la persona más contradictoria, más mentirosa y más incongruente del mundo. Por eso creo que me fue muy natural escribir este libro. Un día puedo defender una cosa y al día siguiente la contraria.
El libro también está plagado de humor. Algo que leemos en tus redes sociales, y por lo que cuentas, en tu persona.
Yo soy una persona muy cómica, cínica, o como lo quieras llamar. La forma en la que cuentas las cosas es con lo que te vas a quedar y cómo te va a afectar. Yo he decido contarme todo lo que me pasa desde el humor. Algo que no sé si es positivo o un mecanismo de enfermedad mental. Pero me sirve para que todo lo que me ocurre me divierta. Obviamente el personaje tiene esas capas de reírse de sí mismo, lo que le coloca en una situación muy fuerte, ya que nada le pueda afectar. El humor es un mecanismo de defensa, pero también sanador.
Hay risas hacia sí mismo, pero también hacia los ricos. Esas personas que, como escribes, duermen con muchas almohadas.
(Risas) Aunque no lo parezca, el protagonista tiene mucha conciencia de clase. Es una persona que se ríe mucho de los ricos. Al final estos tienen un punto extravagantemente absurdo que es cómico. Cómo no se va a reír de ellos.
Donde quizá no encuentra esas contradicciones es en la amistad. ¿Son estas relaciones más puras?
Para él la amistad es uno de sus pilares. Estas son relaciones que no están pasadas por el filtro de lo social. Vuelvo a lanzar una opinión categórica, pero creo que nadie piensa que cuando está con sus amigos está perdiendo a otros. Junto con las familiares, creo que son las relaciones más puras. Es más fácil ser conformista, en el buen sentido de la palabra. Son espacios en los que estás a gusto y que son más honestos. En el libro llevan a cabo un papel más sanador.
Igual que el protagonista, y es algo que también haces tú, invéntate una mentira que no lleve a ningún sitio.
(Risas) A mí me encantan las mentiras y creo que por eso empecé a escribir. Para tener una herramienta de contar algo que no hiciera daño a nadie. Al final he sido víctima de mí mismo. Creo que las mentiras sin maldad son muy entretenidas: son una manera de rellenar un silencio, de generar un tema de conversación y que la gente se vuelva loca unos minutos. ¡Son maravillosas!