La Organización Mundial del Turismo (OMT) ha anunciado recientemente el ganador de su lista de los mejores pueblos del mundo. En primer lugar se encuentra Rupit, un idílico municipio de la provincia de Barcelona, en la comarca de Osona, que recibe tan prestigioso reconocimiento por ser un ejemplo de turismo rural y de compromiso con el medioambiente.
A Rupit le sobran los motivos para coronarse oficialmente como el pueblo más bonito del planeta, basta con observarlo desde el campanario de la Iglesia de Sant Miquel o a ras de suelo. Sus bosques frondosos, los ríos caudalosos, las casas de piedra y las calles empedradas, como si de un cuento se tratase, nos transportan a la época medieval.
Tiene historia hasta la panadería, con medio siglo. Y sus 279 habitantes se muestran orgullosos de ser rupitenses. Por ello, lo cuidan con mimo y destacan que "avanza en tecnología y sostenibilidad".