Por desgracia, los mensajes de odio siguen a la orden del día incluso entre los más jóvenes y eso ha sido lo que han sufrido los estudiantes que viven en la residencia de estudiantes Livensa Living Málaga Feria. Los estudiantes de esta residencia, el 15 de junio, se despertaron con un cartel homófobo colgado en el ascensor. En este cartel, puede leerse lo siguiente: "Epidemia homosexual. Hunting month (mes de caza). Pásate por recepción, infórmate. 20 euros por cada enfermo capturado".
Este cartel, ha alertado y atemorizado a muchos de los estudiantes que viven en la residencia, ya que les llegó después de que esta colgase la bandera del Orgullo LGTBIQ+ en una de las zonas comunes. Ángela, una de las residentes, ha sido quien se ha atrevido a denunciar esta situación a través de Twitter y en Yasss, hemos querido hablar con ella para que nos cuente en primera persona cómo se siente ante esta amenaza.
Ángela vive allí y el año que viene quiere seguir en esta residencia, pero quiere sentirse segura en este espacio y es por eso que espera que se tomen medidas, más allá de la denuncia, por parte de la residencia.
El cartel se lo encontraron lo estudiantes colgado en el ascensor el 15 de junio, pero no fue hasta que los hechos cogieron relevancia mediática que la residencia decidió denunciarlo: "La residencia se estaba mostrando un poco indiferente ante la situación y decidí subir lo ocurrido a las redes sociales. Entonces fue cuando la residencia respondió porque vio que su imagen estaba saliendo en muchos sitios, en muchos periódicos y medios de comunicación".
No obstante, los estudiantes están completamente al margen de esta denuncia y no saben nada al respecto; a pesar de que no es la primera vez que viven una situación así: "Lo primero que vivimos fuera de lugar fue en el Día de la Mujer. Hicimos un mural en la residencia y hubieron unas pintadas en las que usaban la imagen de la mujer trabajadora y le pintaron un pene".
Es más, Ángela ha querido hacer hincapié a que en este caso la residencia ha denunciado porque el caso ha trascendido mediáticamente: "Ellos al principio no hicieron nada, no tenían pensado denunciar, no tenían pensado hacer nada. A mí personalmente me dijeron que si quería que esto se solucionara tenía que moverme yo y tenía que denunciar yo personalmente hasta que lo lo puse en mis redes sociales y ahí fue cuando ya se alarmaron y empezaron a moverse, pero antes no antes no pretendían hacer nada, igual que con el día de la mujer".
Ante esta situación, la joven siente miedo, no se siente segura compartiendo este espacio con personas que han dedicado tanto tiempo y esfuerzo a difundir esta especie de "propaganda" homófoba: "Yo me voy a quedar el año que viene aquí también y la verdad es que no me gustaría tener que convivir con personas así, porque he llegado a sentir miedo".
Ángela ha dado un paso adelante compartiendo lo que ha pasado en su residencia en las redes sociales, también atendiendo a los medios, y ahora no va a echarse atrás: "Sí que es verdad que siento miedo, pero bueno, al final es la única solución para que esto pare, hay que moverse y pues ya que he dado el paso, no me voy a echar para atrás", concluye la joven.