La icónica Beyoncé ha hecho una parada este jueves en el Estadi Olímpic de Barcelona como parte de su 'Renaissence World Tour', para ofrecer un concierto memorable a las 53.000 personas que acudieron como parte del público. La diva por excelencia, ha derrochado estilo y poderío durante casi tres horas de concierto y, al contrario que artistas como Bob Dylan, que prohíben el uso de teléfonos móviles en sus conciertos, la artista ha colapsado las redes sociales con vídeos e imágenes tomadas por los fans durante su actuación. Al final del concierto, Beyoncé ha podido detenerse y regalar algunas toallas a los seguidores que se encontraban a las puertas del Estadi Olímpic.
Beyoncé también ha tenido tiempo durante su actuación para dedicar algún tema a la difunta Tina Turner, tal y como hizo Coldplay en Barcelona hace unas semanas.
Beyoncé ha aparecido pasadas las 20:15 en el escenario frente a un público bañado por la luz del atardecer, que ya coreaba su nombre hasta cuando el escenario estaba completamente vacío. La artista ha saludado a las 53.000 personas allí presentes con un "Barcelona, os queremos, bienvenidos" y luciendo un ajustado conjunto de dos piezas hecho con lentejuelas plateadas que destellaban, el pelo por las caderas y con la compañía de una veintena de bailarines, coristas y músicos.
El espectáculo ha comenzado recordando éxitos de cuando la artista pertenecía, en sus inicios, a las Destiny's Child, como 'Dangerously in love' del álbum 'Survivor' (2011). "Este será un show genial, ya lo puedo sentir", ha confesado antes de entonar 'Flaws and all', del álbum 'B'Day' (2016); 'I care', del álbum '4' (2011), del que también ha cantado la balada '1+1' sentada encima de un piano de cola plateado.
La artista no ha podido hacer menos y ha dedicado a Tina Turner una versión de 'River deep, mountain high'. Después, ha aparecido con una armadura plateada y unas botas altas, también plateadas, junto a diez bailarinas que han retumbado el escenario con canciones como 'I'm that girl', seguida de Cozy' y 'Alien Superstar' y ha advertido al público: "Bienvenidos a Renaissance". Más tarde Beyoncé volvió a excusarse para realizar otro cambio de look y retomar el espectáculo con 'Lift Off', que firma junto a Jay Z y Kanye West, y que entonó mientras paseaba por una larga pasarela hasta media pista seguida por los focos y la mirada de todo el Estadi Olímpic para cantar las enérgicas 'Cuff it', 'Energy' y 'Break my soul', durante las que se ha proclamado reina del espectáculo con sus impetuosas coreografías.
Sin apenas mostrar un ápice de cansancio, la artista ha tenido tiempo de cantar éxitos como 'Formation'. 'Diva' y 'Run the world (Girls)', que han provocado el grito ensordecedor del público, que ha dado la bienvenida al escenario, entre gritos y aplausos a la hija de la cantante, Blue Ivy Carter, que se ha sumado para bailar 'My power' y 'Black Parade' mientras Beyoncé las cantaba subida a un tanque plateado rodeada de bailarines.
Sin duda, uno de los momentos más eufóricos para el público ha sido cuando Beyoncé ha vuelto atrás a la época de los 2000 para interpretar 'Love on top' y uno de sus primeros éxitos en solitario, 'Crazy in love'. Elpúblico tampoco ha defraudado cantando a pleno pulmón estos temas de la artista estadounidense. Ha reaparecido con una larga túnica plateada con la que sobrevolaba las cabezas del público para encarar la recta final del concierto desgranando 'Renaissance' (2022), su último y séptimo álbum, con 'America has a problem', 'Pure/honey' y 'Summer Renaissance', durante las que se ha reafirmado como una auténtica diva del pop, y que ha culminado con un gran estallido de confeti.
"Os quiero a todos", ha expresado la cantante, aún en el aire, mientras se alejaba de la pista clausurando por todo lo alto un espectáculo de casi tres horas, en el que ha repasado su trayectoria musical a través de una treintena de canciones y con más de siete cambios de vestuario. Al final del espectáculo y a su salida del Estadi Olímpic, algunos afortunados han podido poder hacerse una foto con ella y obtener una toalla que Beyoncé misma estaba repartiendo.
Después de actuar por última vez en Barcelona en agosto de 2016 dentro del 'Formation World Tour', Beyoncé (Estados Unidos, 1981) ha vuelto a la ciudad tras cinco conciertos seguidos en Londres dentro del 'Renaissance World Tour', su primera gira en solitario en los últimos seis años y que tiene Barcelona como única parada en España. Tras su paso por Barcelona, seguirá su gira por Marsella (Francia), Colonia (Alemania), Ámsterdam (Países Bajos), con una doble cita los días 17 y 18 de junio, Hamburgo y Frankfurt (Alemania), antes de clausurarla los días 27 y 29 del mismo mes con otra doble cita en Varsovia (Polonia).
El 8 de julio empezará en Toronto (Canadá) su gira por Norteamérica, que la llevará por escenarios de más de una veintena de ciudades de Estados Unidos, como Filadelfia, Nashville, Louisville, Minneapolis, Chicago, Detroit, Boston, Washington, Atlanta, Miami, Las Vegas, San Francisco, Dallas, Houston y Nueva Orleans, donde le pondrá punto y final el 27 de septiembre.
La artista se ha embarcado en un nuevo proyecto empresarial con el que aumentará su fortuna. Se trata de un negocio de productos capilares que va muy en sintonía por la predilección de Beyoncé por todo lo relativo al pelo. Tanto es así, que la autora de Halo cuenta con una extensa colección de pelucas.