Fue la medida de campaña destacada del Gobierno este fin de semana. El presidente, Pedro Sánchez, anunció el domingo en un mitin en Puertollano que este martes el Consejo de Ministros aprueba una medida para que los mayores de 65 años puedan ir al cine todos los martes por dos euros.
Desde Unidas Podemos, Pablo Echenique valoraba positivamente “todo lo que sea facilitar el acceso a la cultura”. La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, reclamaba por el contrario a Sánchez poner fin a “esta tómbola en la que ha convertido la campaña electoral".
La medida, más allá de su carácter electoralista al anunciarse a dos semanas del 28-M, ha causado algunas otras reacciones contrarias o de extrañeza al tratarse de una ventaja que no está asociada al nivel de renta. Es un debate similar al de algunas ayudas a las familias numerosas. Se puede disfrutar de ella, en este caso, sólo por la edad, sin importar de cuánto dinero se disponga. ¿Cuál es su justificación o conveniencia?
Los mayores de 65 años son, según el Instituto Nacional de Estadística, el grupo de edad con la renta más elevada de España, con casi 14.500 euros anuales disponibles por cada persona en el hogar. Son casi 3.000 euros más que el grupo de 16 a 29 años. Se trata de una comparación de pensiones y salarios medios, sin tener en cuenta la enorme variedad de casos que puedan darse ni las situación de las personas con pensiones mínimas.
En 2008, los mayores partían de la penúltima posición en cuanto a rentas (sólo los jóvenes de 16 a 29 años estaban peor), pero desde entonces han experimentado el mayor incremento debido, primero, a que las pensiones de jubilación no sufrieron la pérdida de poder adquisitivo de los salarios durante la crisis (fue entonces cuando se convirtieron en el soporte de muchas familias) y, después, al incremento de las pensiones registrado a partir de 2019.
El grupo de 45 a 64 años, tradicionalmente el de mayor nivel de renta, perdió el primer puesto en 2013 y sólo en el último año se ha acercado al de los pensionistas.
“El Gobierno gastará 10 millones de euros públicos para financiar el cine a los mayores de 65 años. Una medida regresiva, al no considerar la renta, para un sector poblacional cuyos ingresos medios han aumentado 40 puntos más que la población activa desde 2007”, ha explicado en Twitter Juan Luis Jiménez, profesor de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
Entradas a dos euros. ¿De verdad lo necesitan los mayores de 65 años para su ocio cultural? ¿O acaso el cine los necesita a ellos? Según la Encuesta de hábitos y prácticas culturales en España que elabora el Ministerio de Cultura, lo mayores tienen un interés mínimo en el cine.
Sólo el 17% de las personas entre 65 y 75 años dice tener mucho interés en el cine, un porcentaje que cae al 14,5% en los mayores de 75 años. Contrasta con el interés que sí dicen tener cuatro de cada diez personas entre los 15 y los 24 años.
Entre las personas entre 65 y 74 años, siete de cada diez hace más de un año que no va al cine o directamente no va nunca o casi nunca. Sólo el 13% va al cine y ese porcentaje se reduce al 6% en los mayores de 75 años (nueve de cada diez o no va nunca o al menos no ha ido en el último año). ¿Ayudarán las entradas a dos euros a cambiar estos hábitos?
Hay otra explicación posible. Quien más necesita a las personas mayores de 65 años ante las elecciones son los partidos políticos. Es el grupo de votantes más numeroso en España, con más de 9 millones de personas. Uno de cada cinco habitantes se ubica en esta franja de edad y en algunas provincias más envejecidas la proporción es muy superior, hasta del 27% en Salamanca, Asturias y León, el 29% en Lugo o el 31% en Zamora.
Además, los mayores son los que menos se abstienen a la hora de votar. Son los más fieles con las urnas. El porcentaje varía ligeramente según las citas electorales, pero apenas uno de cada diez se queda en casa. Según el último barómetro del CIS, tres de cada cuatro mayores de 65 años tiene completamente decidido que irá a votar. Esa proporción no llega ni a la mitad en la población menor de 24 años.
Aunque si la finalidad es puramente electoralista, hay otro dato a tener en cuenta. Los mayores son las personas que de manera más clara (más de siete de cada diez) tienen decidido su voto antes de las campañas.