¿De qué ha muerto el diseñador Cristo Báñez? Todo apunta a un infarto
El diseñador Cristo Báñez murió este miércoles en su vivienda de Sevilla, donde fue localizado sin vida por un familiar
A la espera de los resultados de la autopsia, todo apunta a que sufrió un infarto y perdió la vida de forma repentina
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El diseñador onubense Cristo Báñez, de 41 años, fue hallado muerto este miércoles en su vivienda de Sevilla, hasta donde se desplazó un familiar que no tenía noticias de él desde hace días. Su fallecimiento ha causado una enorme consternación en el mundo de la moda y el diseño. A la espera de los resultados de la autopsia, todo apunta a que sufrió un infarto y perdió la vida de forma repentina. No había tenido problemas previos de salud.
Es lo que concluye el diagnóstico provisional, según informan medios locales como 'Diario de Sevilla'. El entorno del modisto, que saltó a la fama en el año 2016 como jurado del talent show de Mediaset 'Quiero Ser', atraviesa un momento muy complicado y por ahora no se ha pronunciado al respecto. Los familiares del estilista se han visto muy arropados en el último adiós en el tanatorio.
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Báñez era un diseñador muy conocido en Andalucía y España. Era uno de los referentes habituales en el Salón Internacional de Moda Flamenca (Simof). Numerosas personas recuerdan desde las redes sociales (contaba con casi 150.000 seguidores en Instagram) sus logros y su exitosa trayectoria, con importantes celebridades luciendo sus diseños sofisticados.
Según los informes, las muertes por infarto a una edad temprana han aumentado los últimos años. Tanto los infartos como las cardiopatías se han incrementado en casi un 30% entre personas de 25 y 44 años desde el inicio de la pandemia del coronavirus. Algunos factores que pueden influir en esta tendencia: tabaquismo, falta de sueño, colesterol alto, sedentarismo, obesidad y enfermedades crónicas, entre otros.
Muchos se preguntan qué es un infarto, cómo se produce y qué sintomas hay. Esto es lo que recoge la Fundación del Corazón.
¿Qué es un infarto?
El infarto de miocardio es la necrosis -o muerte de las células- de un órgano o parte de él por falta de riego sanguíneo debido a una obstrucción o estenosis (estrechez) de la arteria correspondiente. Comúnmente llamamos infarto al infarto agudo de miocardio (músculo cardiaco) pero le puede ocurrir a cualquier órgano.
¿Cómo se produce el infarto?
- Las arterias coronarias se estrechan
- El oxígeno no llega al miocardio
- El miocardio, al no recibir oxígeno, no puede producir energía para moverse
- Mueren las células del tejido que no reciben sangre (el tejido se necrosa)
¿Por qué se produce el infarto?
Las arterias coronarías se pueden estrechar por distintas causas. Las más comunes son un coágulo de sangre y la aterosclerosis (depósito e infiltración de grasas en las paredes de las arterias) que se va produciendo progresivamente facilitado por los factores de riesgo que señalamos a continuación.
Síntomas del infarto
En la mayoría de las ocasiones no se presentan todos los síntomas, sino una combinación variable de algunos de ellos:
- Habitualmente dolor tipo peso en la zona del esternón que no se modifica con los movimientos ni con la respiración, bastante intenso y en ocasiones se irradia hacia mandíbula, cuello y espalda, brazo izquierdo, y en algunos casos, brazo derecho. Se puede asociar a sudor frío y mareo.
- Otras veces se manifiesta con dolor en la parte alta del abdomen, dificultad para respirar, ganas de vomitar y pérdida de conocimiento.
Consecuencias de un infarto
- Si el infarto de miocardio es muy extenso, es posible sufrir de por vida insuficiencia cardiaca, a veces con congestión pulmonar.
- Si el infarto de miocardio es de pequeña extensión, se puede llevar una vida normal, eso sí, controlando los factores de riesgo para evitar un nuevo infarto.
En caso de presentar síntomas sugestivos de infarto se debe contactar con los sistemas de emergencia, que activarán el 'código infarto', esencial para un tratamiento satisfactorio. Ante las sospechas de un ataque cardíaco, se suele aplicar, entre otros: oxígeno, aspirina y nitroglicerina, así como algunos medicamentos -trombolíticos, betabloqueantes, anticoagulantes, antiagregantes plaquetarios-. Se sugiere consultar a los especialistas.