Palabras como "fullero", "boquete", "mijita", "apalancao" o "malaje" no siempre se entienden cuando uno pasa del desfiladero de Despeñaperros hacia arriba. El habla andaluza es rica tanto en vocabulario como en expresiones propias. De ahí, lo de "mi arma".
Por ello, una filóloga de Huelva, con el objetivo de registrarlas y fomentarlas, ha creado la primera escuela de escritura y de habla andaluza. Cada uno tiene su término preferido o más empleado. Lo que está claro que es con esta "jartá" de referentes, en el sur hay "andalú pa rato".