Fue la sorpresa en la Semana de la Moda de París el pasado fin de semana. La casa francesa Coperni conseguía todo el protagonismo en su desfile en el Musée des Arts et Métiers de París con una 'performace' en la que parecía convertir un desfile de moda en un espectáculo de magia. La modelo estadounidense Bella Hadid entraba en escena ataviada solo con un tanga de color carne mientras con una mano se tapaba el pecho y era rociada con 'spray' que se convertía, por obra de la química, en un vestido que le encajaba como un guante.
El responsable detrás de la química que permite crear ropa en minutos es el diseñador e investigador textil Manel Torres. Es él quien ha logrado meter las fibras textiles en un bote para que, una vez rociadas, se liguen entre sin pegarse a la piel. "Ciencia ficción hecha realidad", comenta Torres.
Además, las prendas son lavables y reciclables. Torres explica que esa es precisamente la magia de esta tecnología, que los vestidos se pueden disolver, volver a meterlos en un bote de 'spray' y usar el tejido otra vez para dar vida a una nueva creación.
La tela en 'spray' es una innovación textil que podría parecer salida de la mente de un alquimista, pero no es la única revolución en ciernes en el mundo de la moda y los tejidos textiles tal como vaticina la investigadora del Instituto de Investigación Textil y de Cooperación Industrial de Terrassa (INTEXTER) de la Universitat Politècnica de Catalunya, Mónica Ardanuy. Entre las posibilidades que ya se están poniendo a prueba hay ejemplos como el poder reproducir la tela de araña de forma sintética o crear un tejido muy similar al cuero a partir de un hongo.
Las principales ventajas de estos materiales, apunta Ardanuy, es que darán lugar a una industria textil 4.0 mucho más sostenible y automatizada. Además, esta tecnología puede tener una vida útil más allá del mundo de la moda en otros campos como el de la medicina. Manel Torres apunta a que su tela en 'spray' se puede usar para crear parches de nicotina y Ardanuy señala que también podrían servir para fabricar escayolas que colocar sobre fracturas óseas o cremas que ayuden en la cicatrización de heridas.
De momento las empresas ya están preparándose para el futuro confiando en la ciencia. Las grandes marcas cada vez solicitan más expertos en tecnología textil para acompañar a sus diseñadores de moda.