La jornada de sábado del nuevo Festival Internacional de Benicàssim ofreció de nuevo un lleno total de público que pese a las altas temperaturas se dejaron llevar para disfrutar de las actuaciones de Love of Lesbian, Tyga, Justice o Boys Noize.
Este año se celebra de nuevo el FIB en la localidad castellonense, tras dos años de parón por la pandemia de Covid-19. Se prevé un festival con asistencia histórica, ya que se pueden alcanzar las 180.000 personas.
La Policía de la Generalitat ha incrementado su labor inspectora en los macroconciertos debido al "auge" de estos grandes eventos en el primer verano tras la pandemia, a los que han asistido desde principios de año a cerca de un millón de personas.
El elevado número de asistentes y la "complejidad de las infraestructuras" que conllevan estos espectáculos hace "indispensable" la actuación de la Policía de la Generalitat, que ha "intensificado" su actividad, y "más aún en el escenario postcovid en el que la ciudadanía está saliendo masivamente a retomar la normalidad", explica la Generalitat en un comunicado.
Así lo ha afirmado el secretario autonómico de Seguridad y Emergencias, José María Ángel, que ha afirmado que un concierto de grandes dimensiones "activa la economía, atrae al turismo, posiciona territorialmente pero no hay que olvidar que requiere también importantes medidas de seguridad. Y nosotros somos especialmente meticulosos en cuestiones de cumplimiento de normativa".
Ángel ha recalcado que cualquier evento multitudinario "debe contar con un plan de seguridad acorde a las circunstancias del lugar, y este debe ser presentado ante la administración competente". "Estos planes se revisan, se verifican y, en caso de no cumplir la normativa, se exige al organizador la modificación oportuna", ha apuntado.