La casa donde vivió el poeta Vicente Aleixandre saldrá a subasta. Pese a que hace poco fue declarada Bien de Interés Patrimonial (BIP) el inmueble puede venderse, la protección que le otorgó la Comunidad de Madrid solo impide su demolición, pero no se impide la venta.
Por eso, parte de los herederos del escritor han recurrido a una subasta pública para conseguir propietario. El inmueble lleva casi 15 años buscando comprador sin éxito, ahora se pretende conseguirlo buscando el mejor postor.
Velintonia (ubicada en el número 3 de la calle Velintonia, Madrid) saldrá a subasta por 4,6 millones de euros y, si la operación se realiza, tendrá un nuevo propietario sin que nadie pueda evitarlo. O sí, porque la Asociación de Amigos de Vicente Aleixandre ha iniciado una campaña en redes sociales pidiendo que nadie puje por ella.
"Esto responde a una decisión política, no han querido proteger la casa, dicen que no tiene interés. Nosotros hemos hecho un cartel pidiendo que nadie puje, apelando al sentido de responsabilidad de los españoles", explica Alejandro Sanz, de la Asociación Amigos de Vicente Aleixandre quien explica que no todos los herederos quieren venderla. "Hay dos tipos de herederos, la sobrina nieta que tiene el 60% de la casa que no está de acuerdo y luego cuatro hermanos que tienen un 10% de la casa que son hijos de una prima del escritor y que quieren el dinero", cuenta.
El abogado, de la parte de los herederos que quieren vender, defiende por su parte en Idealista que la vivienda sale al mercado sin ningún tipo de carga, salvo algunas limitaciones contempladas en el decreto de hace unos días que declaró al lugar Bien de Interés Patrimonial (BIP). "Esto significa que cuando se realice alguna obra o remodelación en la vivienda se ha informar antes a la Comunidad de Madrid, nada más", afirma. "De todos modos este decreto está recurrido", explica.
La casa está situada en el número 3 de la antigua calle Velintonia (Madrid), en los límites del distrito de Chamberí y llegó a albergar en una misma sala a personalidades de la talla de Federico García Lorca o Miguel Hernández.
Se trata de una vivienda unifamiliar de tres plantas, con una superficie de 630 m2, con seis habitaciones, dos baños, jardín y trastero. Según explicaba el anuncio publicado en idealista hace algunos años, la estructura del edificio es metálica, mientras que las fachadas son de ladrillo macizo. Además de ser la casa del poeta, uno de sus principales atractivos es que cuenta en su jardín con un cedro.
Pero el valor del inmueble es inmaterial. Si sus paredes hablaran contarían literatura, porque en ese chalet y en su pequeño jardín de la calle Reina Victoria de Madrid, casa de Aleixandre, se reunían escritores como Dámaso Alonso, Rafael Alberti, José Hierro y otros muchos autores de la Generación del 27 a conversar. Después de la Guerra Civil frecuentaron también la casa figuras como Carlos Bousoño, José Luis Cano, José Hierro y los llamados Novísimos.
Estos encuentros alcanzaron mayor notoriedad tras la concesión a Aleixandre del Premio Nobel de Literatura, un reconocimiento universal al propio autor, pero también a toda la Generación del 27 que cautivó a las jóvenes generaciones y cambió la realidad poética española. Por eso muchas personalidades del mundo de la cultura y la Asociación de Amigos de Vicente Aleixandre llevan años pidiendo que se la proteja.
Hace poco el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid, la declaró Bien de Interés Patrimonial (BIP) por lo que ya, en ningún caso, podrá ser demolida. El inmueble lo necesitaba. Cerrada desde que murió el poeta en 1984, su estado actual con goteras y abandono requería la intervención. Y así, mediante un decreto, se culminaba el procedimiento iniciado en noviembre de 2021 por la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte, a instancias del Ministerio de Cultura y Deporte, sobre la base de un informe que señalaba necesaria la protección como BIP del edificio por su especial significación histórica.
Una protección que aunque bienvenida llegó con polémica.
La Asociación de Amigos de Vicente Aleixandre lo que pedía era que se considerase como Bien de Interés Cultural (BIC) que otorga mayor protección. La Comunidad de Madrid no lo ha estimado así y decidió otorgarle un rango menor.
Lo cierto es que hace tiempo que se llevan produciendo desencuentros entre parte de los herederos, la administración y los defensores del inmueble. Cuando gobernaba la alcaldesa Manuela Carmena, Ahora Madrid llegó a abrir un expediente para expropiar la casa a sus legítimos propietarios y destinar el activo a fines culturales. Pero con el cambio de gobierno en Madrid se desestimó.
La casa del poeta es una construcción levantada hace un siglo que se caracteriza por su sencillez y sobriedad, con algunas notas populares características de la arquitectura racionalista propia del momento.
Actualmente la vivienda está deshabitada y estará disponible a través de una subasta por 4,6 millones de euros, lo que se traduce en unos 7.300 euros por m2.
Si todo va como tienen previsto parte de los herederos, la casa saldrá a subasta este viernes o a comienzos de la semana que viene y desde ese día habrá 20 días para realizar propuestas.
Transcurrido ese tiempo será el mejor postor el que se haga con un activo con tanta historia y localizado en una de las mejores zonas de la capital de España.
Vicente Aleixandre nació en Sevilla en 1898 y su infancia transcurrió entre Málaga y Madrid, a donde llegó con su familia en1909 y donde permaneció hasta su muerte en 984.
Fue nombrado académico de la Lengua en 1949, después de haber sido Premio Nacional de Literatura en 1933 por su libro de poesía 'La destrucción o el amor', y también recibió reconocimientos literarios por otras obras del mismo género, como 'En un vasto dominio' (1962) y 'Poemas de la consumación' (1968).
La Academia sueca le concedió el Premio Nobel de Literatura en 1977 "por su escritura poética creativa, que ilumina la condición del hombre en el cosmos y en la sociedad actual, a la par que representa la gran renovación, en la época de entreguerras, de las tradiciones de la poesía española".