Por qué no deberías conducir con el abrigo puesto: te pueden multar con 200 euros
Ninguna prenda de vestir debe reducir la libertad de movimientos del conductor
El abrigo puesto puede afectar al estado del conductor dándole calor y somnolencia
Es recomendable mantener una temperatura estable entre los 2o y los 22 grados dentro del coche
Con la llegada de las temperaturas invernales y los avisos por temporales de frío, lluvia o nieve, la mayoría de los conductores utilizan la calefacción del coche, pero hasta que consigue arrancar y se calienta el habitáculo los automóviles tienden a estar muy fríos, y da mucha pereza subirse a uno quitándose el abrigo y la chaqueta. Sin embargo, si no lo hacemos corremos un doble riesgo: uno de seguridad al volante y otro de recibir una multa grave.
Lo cierto es que el Reglamento de Conductores no especifica nada al respecto de la vestimenta que un conductor deba llevar al volante, pero sí que se expresa de la siguiente manera en el artículo 18: "El conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimiento, el campo necesario de visión, y la atención permanente a la conducción que garanticen su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía".
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En la práctica esto significa que si un agente de tráfico nos da el alto y concluye que el abrigo que vestimos nos puede impedir conducir correctamente y con seguridad, la multa que nos impondrán será hasta de 200 euros, aunque ello no implica pérdida de puntos. Ocurre igual las camisetas de tirantes o conducir sin camiseta en verano.
Riesgo de seguridad al volante con el abrigo puesto
Una buena razón para quitarse el abrigo antes de subirse al coche es que si es muy grueso puede impedir al conductor mover los brazos con libertad, dificultando los giros durante la conducción. Además, puede afectar al estado del conductor porque puede dar calor y causar sofocos. Además, los cinturones de seguridad dejan de ajustarse al cuerpo correctamente y pueden no funcionar en caso de colisión o accidente de tráfico.
Es recomendable poner a punto la calefacción de nuestro coche para que el uso del abrigo no sea necesario. Es fundamental controlar la temperatura dentro del habitáculo para que se mantenga estable entre los 20 y 22 grados. De lo contrario comenzaremos a sufrir en nuestro tiempo de reacción y niveles de somnolencia la acción de una temperatura demasiado elevada.
La calefacción del automóvil funciona gracias al motor térmico, de manera que hay que revisar que el circuito de refrigeración se encuentra en buen estado y que el termostato hace su función, ya que de lo contrario el sistema de climatización puede no funcionar correctamente y no expulsar el aire caliente que tan bien nos sienta en un frío día de invierno.