¿Cómo enfriar la nevera de la playa sin usar hielos?

La vida de ciertos objetos cotidianos puede ser un misterio para muchas personas. Estamos acostumbrados a verlos y utilizarlos de cierta forma, y a menudo no reparamos en que su diseño y sus funciones pueden esconder usos que nos habían pasado desapercibidos.

La llegada del verano es sinónimo de rituales que definen nuestra forma de disfrutar del mar: playas abarrotadas y neveras isotérmicas bajo las sombrillas, un bien de primera necesidad que puede resultar tremendamente útil cuando los chiringuitos y restaurantes del paseo están llenos y hay que hacer acopio de provisiones. Repleta de bebidas, bajo una gruesa capa de hielo, convierte al calor en un mero acompañante que no molesta demasiado y al que se le puede combatir con un buen trago fresco siempre que lo necesitemos.

Pero, ¿y si no hiciera falta enfriarla de esa forma?

El truco de la nevera de playa que no conocías

Si la nevera es un básico de las largas jornadas de playa, no es menos cierto que presenta algunos inconvenientes de espacio si la usamos a la manera tradicional, distribuyendo las bolsas de hielo de forma estratégica en varias capas. Con las familias o grupos numerosos el problema se agrava. La capacidad es la justa y hay que jugar muy bien con el número de bebidas y túpers para que quepa todo, ya que lo importante es no romper la cadena de frío y lograr que los alimentos se conserven bien.

Hasta ahora, equilibrar la cantidad de hielo y el número de bebidas y provisiones era un desafío, pero un truco viral publicado por una usuaria de TikTok ha desvelado un secreto de este objeto portátil desconocido por muchos. Tiene su lógica, porque está muy bien disimulado en el diseño de la nevera y sus dos partes: la tapa, que abre o cierra según la posición del asa, y el cuerpo.

Eso sí, hay letra pequeña en esta revelación viral que nos trae la red: lograr que nuestra nevera enfríe sin necesidad de hielos dependerá del modelo que utilicemos, pues no todas tienen esta herramienta y podemos encontrarnos con que no hay forma de utilizar el hack. Las básicas suelen contar con funciones de isotermia ‘justas’. Las neveras de playa de la gama más alta (y, por extensión, las más caras) sí integran una pieza diseñada para mantener la cadena de frío sin necesidad de utilizar muchas bolsas de hielo.

Para utilizar el hack tan solo hay que revisar la tapa de la nevera y buscar un pequeño tapón o pieza de plástico. Por lo general, estará localizado en uno de los bordes laterales, cerca de la juntura con el asa. Una vez lo hemos desenroscado, solo tenemos que rellenar el interior del depósito con agua.

Después, restaría meter la tapa en el congelador y dejar que el depósito interno se enfríe con el paso de las horas. Lo más recomendable es hacerlo la noche anterior, para que en el momento de salir hacia la playa el depósito del interior de la tapa se haya congelado por completo y ya pueda usarse tal y como fue diseñada: una fuente de frío prolongado que nos durará horas y con la que lograremos conservar los alimentos y bebidas de la nevera sin necesidad de racionar el espacio con el hielo que usábamos (antes de conocer el truco).