A la hora de prepararse para comenzar un viaje, especialmente si este es al exterior de nuestro país, es importante conocer las regulaciones y normativas existentes, preparando en consecuencia y de la manera más adecuada los medicamentos que necesitemos llevar con nosotros a nuestro nuevo y emocionante destino.
El objetivo claro es evitar cualquier posible problema en aeropuertos y en el propio destino. Esto es todo lo que necesitas saber sobre este tema para estar preparado en caso de necesitar llevar contigo de viaje una serie de medicamentos.
Lo primero que hay que saber es que siempre hay que llevar cualquier medicamento en su envase original. Esto facilita la identificación durante los controles de seguridad y contribuye a reducir los posibles problemas que se pueden presentar con las autoridades locales en destino.
Además, como viene siendo lógico, también es más que recomendable llevar con nosotros una copia de la receta médica y un certificado médico, especialmente si llevamos medicamentos que de uso controlado o con propiedades psicotrópicas. Esta documentación puede ser requerida por las autoridades aduaneras o de seguridad, y en caso de no tenerla podríamos tener problemas.
Un aspecto que conviene saber es que generalmente, se pueden llevar medicamentos para un máximo de tres meses, siempre que estos no sean sustancias controladas que requieran de permisos especiales. Por eso es importante verificar las regulaciones específicas del país de destino en materia de medicamentos. En el espacio de la Unión Europea las regulaciones a este respecto son más laxas, pero si volamos más allá de nuestro continente, la situación cambia un tanto.
Aunque no se ha reseñado, resulta obvio que los medicamentos deben ir con nosotros en nuestro equipaje de mano, evitando así el riesgo de perderlo, y además evitando posibles fluctuaciones de temperatura que podrían afectar a la efectividad de los medicamentos.
Antes de viajar, siempre hay que consultar con la embajada o consulado del país de destino para obtener información actualizada sobre las posibles restricciones de medicamentos. Además, también hay que informar a la aerolínea sobre cualquier necesidad especial relacionada con nuestros medicamentos para asegurarnos de tener un viaje sin contratiempos.
En el caso de los medicamentos que sean líquidos pueden llevarse en cantidades superiores a los límites habituales de líquidos (100 ml en la UE), pero hay que ser conscientes de que se deben declarar en los controles de seguridad de los aeropuertos y mostrar las recetas o justificación médica para su uso.
Si además necesitamos llevar con nosotros jeringuillas, agujas u otros utensilios médicos, es importante no olvidarse de llevar también el informe médico que justifique su uso. Además, es más que recomendable chequear con la aerolínea si necesitamos realizar alguna declaración adicional antes del vuelo
Al viajar a otros países, lo más habitual será tener que declarar los medicamentos en los formularios de aduanas, siempre habiéndonos asegurado antes de salir que están permitidos en el territorio de destino.
Si se viaja a una zona con una diferencia de horario significativa, hay que tenerla en cuenta y ajustar los horarios de toma de los medicamentos para alinearse con el nuevo uso en el que estemos, lo que ayudará a mantener la efectividad del tratamiento.
Tanto si necesitamos adquirir medicamentos durante el viaje, como si los llevamos con nosotros, hay que considerar contratar un seguro de salud. En caso de que nos ocurra algo o tengamos que comprar, contar con ello pueda facilitar este proceso o incluso existe la posibilidad de que nos envíen medicamentos urgentemente si no están disponibles de manera local en destino.
Siguiendo estas sencillas pautas, es posible estar seguros de que nuestros medicamentos podrán acompañarnos en el viaje y además estarán accesibles en caso de necesitarlos, con lo que podremos de nuestra estancia en destino elegido sin estreses innecesarios.