¿Cómo hablar de dinero en una entrevista de trabajo?
Hablar de dinero suele resultarnos incómodo, pero en una entrevista de trabajo es necesario
Si el entrevistador no saca el tema, nos corresponderá a nosotros tomar las riendas
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Las entrevistas de trabajo suelen crear cierto nerviosismo, lo que hace que nos planteemos todo lo que se va a decir en ellas y le demos mil vueltas a las cosas, todos queremos que salga todo bien y que de esa reunión todo el mundo salga con sus objetivos cumplidos.
Hablar de dinero no es plato de buen gusto, tradicionalmente en España no es algo que se haga abiertamente, pero hay ocasiones en las que es necesario, como cuando nuestro sueldo depende de perder la vergüenza y abordar un tema complicado de la mejor manera posible.
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Por suerte para nosotros, si pertenecemos a ese grupo de personas que no tienen claro cuál es la mejor manera de hablar de dinero en una entrevista de trabajo sin que parezca forzado o que es lo único que nos importa, hay algunos consejos y tips que pueden ayudarnos a quitarnos los nervios de encima aportando una estrategia que seguir.
Consejos para hablar de dinero en una entrevista de trabajo
A pesar de ser un momento de incomodidad, hablar de dinero se convierte en indispensable en estas ocasiones, por lo que lo mejor es estar preparado para cuando llegue ese momento, tener las cosas claras y afrontarlo de la mejor manera posible, por ejemplo, siguiendo estos consejos.
- Infórmate. Esto es esencial antes de comenzar la entrevista de trabajo, saber lo que te ofrecen y si se ajusta a lo que buscas o necesitas. En algunas ocasiones no se publica el salario de ese puesto como tal, por lo que no es mala idea tener una idea general de los sueldos habituales para ese cargo. Te ayudará a saber qué puedes esperar.
- Ten las ideas claras. Conviene tener claro qué quieres y qué mereces, una vez que sabes el sueldo que te ofrecen, tienes que pensar en si es lo que quieres o te gustaría ganar más. Acude a la entrevista con las ideas claras, sabiendo qué ofertas no estás dispuesto a aceptar.
- Espera a que salga el tema. Para evitar un momento incómodo, puedes esperar a que sea el entrevistado el que saque el tema. Si ves que no es algo que se vaya a producir, puedes aprovechar a hacerlo tú si te preguntan si tienes dudas. Esta es una buena manera de introducir el tema y la negociación.
- Saca el tema al final. O por lo menos, no lo hagas nada más llegar, aparca el tema y céntrate en las preguntas que te hagan hasta llegar el momento adecuado. Eso sí, no dejes que se acabe la entrevista sin sacar el tema.
Así, lo mejor es esperar a que nos ofrezcan el trabajo para negociar y, por lo menos de primeras, no dar una cifra exacta, sino ofrecer una horquilla sobre la que trabajar, confía en ti mismo y valórate, ten en cuenta además del salario los beneficios extra que te ofrece la empresa antes de tomar una decisión y, sobre todo, no te precipites y no aceptes cualquier cosa. El salario tiene que adecuarse al puesto y a tus capacidades, pero también a ti.