Los amantes del chocolate son conscientes de que, incluso en sus versiones más healthy, este es un alimento del que no conviene abusar. Por supuesto, esto no implica tener que renunciar a su consumo, sino encontrar la manera de disfrutar de él de una forma moderada.
Hay personas que toman un par de onzas al día y escogen la versión más pura, la que menos añadidos tiene, otros han renunciado a comprar las cremas de cacao ya preparadas y elaboran sus propias mezclas, de este modo saben exactamente qué llevan y en qué cantidades.
Otros han llegado incluso más lejos y han descubierto que mezclando algunos ingredientes saludables pueden conseguir una crema diferente y deliciosa con la que disfrutar de todo lo bueno del cacao sin renunciar a una dieta saludable (también con moderación), ¿sabías que uno de los ingredientes estrella son los garbanzos?
Existen muchas formas de preparar crema de cacao casera, pero con esta receta, además se consigue una rica en proteínas vegetales, fibra y libre de azúcar y aceite de palma. Los garbanzos son un alimento muy completo, rico en proteínas, fibra, vitaminas y minerales, ayudan a aportar energía y también a reducir el estrés, porque favorece el buen funcionamiento del sistema nervioso.
Una solución ideal para no renunciar a un capricho dulce, pero de una manera un más saludable y, sobre todo, casera, algo que siempre proporciona un punto extra de satisfacción, al saber que lo hemos hecho con nuestras propias manos.
Seleccionamos un bote de garbanzos ya cocidos y los escurrimos y aclaramos bien bajo el grifo (las proporciones de ingredientes son para 400 gramos de garbanzos), una vez limpios, los extendemos sobre una bandeja de horno cubierta con papel vegetal y dejamos que se horneen durante unos 15 minutos a 190º C.
Una vez pasado el tiempo, sacamos los garbanzos del horno y los ponemos en un procesador de alimentos o en el vaso de una batidora y añadimos 40 gramos de cacao puro en polvo, unos seis dátiles (que le añadirán el toque dulce que tanto nos gusta), unos 100 gramos de almendras (opcional) y leche o bebida vegetal al gusto, que iremos incorporando poco a poco hasta que la crema obtenga la textura que más nos guste.
Porque otra cosa buena que tiene hacer este tipo de preparaciones en casa es que podemos darle la textura que más nos guste, añadiendo un poco más de leche, conseguiremos que la textura sea más suave y poniendo menos, esta se parecerá más a las cremas tipo hummus. En función de cómo la queramos tomar podremos escoger la más adecuada, por ejemplo, para tomar sobre una tostada tal vez nos guste más que sea un poco más sólida, pero para mezclarla con fruta, nos guste más fina.
Esta es una receta muy sencilla de realizar aunque, como en todas las recetas, la clave está en la elección de los ingredientes. Por ejemplo, a la hora de escoger los garbanzos ya preparados, lo mejor es buscar los que contengan el menor número de ingredientes, posible para que sean más saludables.