Consejos y rutinas para mantener la piel hidratada: de la limpieza a la alimentación
Las rutinas de belleza diaria van mucho más allá de los cosméticos, también hay que mantener la piel limpia y seguir una dieta saludable
El sol produce grandes daños en la piel, no solo a corto plazo, también a largo, por eso hay que protegerse
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Conviene cuidar nuestra piel durante todo el año. En invierno, el frío hace que sufra, por eso es importante no descuidar las rutinas de belleza, para que la piel se vea sana y esté saludable.
El efecto que el sol tiene sobre ella es su principal enemigo, por eso resulta tan importante protegerla, algo que tendremos que hacer todo el año, sobre todo la piel de nuestro rostro, aunque los días sean nublados.
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Cómo hidratar la piel
Queremos que la piel se vea bonita, brillante y saludable, y para eso es importante no descuidarnos en su cuidado. Existen diferentes factores que ensucian nuestra piel, ya sea por sudor, el viento, la contaminación o el uso de maquillaje, por eso el primer paso de cualquier rutina es limpiarla y exfoliarla bien.
En el caso del rostro, lo ideal es lavarla con un producto adecuado dos veces al día, por la mañana y por la noche, para eliminar la suciedad y la grasa. Una o dos veces por semana, los expertos recomiendan exfoliarla, para eliminar los restos de células muertas.
Tras una buena limpieza, la hidratación es esencial porque nos ayudará a mantener la humedad de la piel. Una vez más, será tu tipo de piel el que marque el producto más adecuado, pues no es igual mantener hidratada una piel seca que una grasa.
No podemos olvidarnos de la protección solar a la que antes hacíamos referencia, que hay que aplicar un rato antes de la exposición al sol, todos los días, aunque la jornada se presente nublada. Estos protectores cuidan nuestra piel a corto y largo plazo.
Además de todo esto, que aplicamos sobre nuestra piel para que se vea siempre estupenda, también existen otros factores que conviene tener en cuenta si queremos cuidarnos. Porque todos estos métodos nos ayudan a cuidarnos desde fuera, pero es igualmente importante cuidarnos desde dentro.
La hidratación es clave, tomar la cantidad de agua necesaria para que nuestro cuerpo pueda cumplir todas sus funciones a la perfección. En general se suele decir que la cantidad mínima son dos litros de agua diarios, pero en realidad esta depende de cada persona.
Otro de los puntos fundamentales para cuidar nuestra piel es la alimentación. Conviene consumir la cantidad adecuada de frutas y verduras, no solo porque resultan muy hidratantes (y por los muchos beneficios que tienen para nuestra salud en general) también porque son ricas en vitaminas y minerales. También conviene incluir en la dieta alimentos ricos en antioxidantes.
Siguiendo estos consejos y rutinas cuidaremos nuestra piel por dentro y por fuera.