Un producto puede ser retirado del mercado por muchos motivos. Uno de ellos es por una denuncia efectuada por uno o varios consumidores. Las razones se pueden dar por un riesgo de asfixia, de electrocución, de daño ocular o auditivo, de quemadura o de varias lesiones.
Esta denuncia debe ser introducida en la Red de Alerta de Productos de Consumo, según informan desde la Dirección General de Consumo de la Junta de Andalucía. Se trata de una red de intercambio de información que destaca por su agilidad y coordinación a nivel provincial, autonómico, nacional y europeo.
Por este motivo, te explicamos cómo llevar a cabo la denuncia de un producto peligroso para retirarlo de mercado y cómo Consumo lleva a cabo el procedimiento.
Las personas denunciantes deben presentar una denuncia dirigida al Servicio de Consumo Provincial, ya sea de forma presencial, o mediante la presentación en un registro electrónico. En esta deben facilitar la información del producto, detallar el lugar donde se ha adquirido, describir los hechos y aportar pruebas que puedan servir para demostrar lo denunciado.
La Administración de Consumo revisa la documentación del producto y se hacen análisis y pruebas de laboratorio. Además de verificaciones presenciales para confirmar si cumple con la normativa de seguridad.
Si se confirma que es producto es inseguro, se notifica a la Red de Alerta de Productos de Consumo. Un sistema rápido de intercambio de información que conecta a las Administraciones de Consumo a nivel autonómico, nacional y europeo.
El proceso concluye con la retirada del mercado de los productos que se han incluido en la red de alerta, tanto los notificados por iniciativa propia como los de otros organismos. Se inmoviliza la mercancía, se prohíbe o suspende la venta de los productos, se retiran las existencias de los establecimientos. Luego, se toman medidas para recuperar los que ya se hayan vendido.