Debido a su contante uso y al desgaste diario, todos los zapatos sin excepción suelen dañarse o ensuciarse con facilidad en comparación a otras prendas de ropa y accesorios.
Para evitar que se estropeen antes de tiempo e intentar prolongar su vida útil es importante tener un cuidado especial de todos ellos, algo que implica una limpieza periódica tanto del exterior como del interior, ya se trate de zapatos de piel, de ante o zapatillas blancas.
Un correcto mantenimiento no solo te va a ayudar a eliminar el mal olor de los zapatos, sino que también vas a conseguir desde quitar los rayones hasta las huellas de sudor que quedan marcadas en el interior de la suela del zapato. Unas marcas poco estéticas que son más visibles en las sandalias, puesto que son abiertas y la zona queda al descubierto.
Durante los meses de verano, las sandalias son sin duda alguna el calzado estrella. Las hay de distintos diseños, colores y materiales. Desde las típicas con el dedo en medio, parecidas a las chanclas de piscina de goma, las abarcas típicas de la isla de Menorca, las de tiras al estilo romano de piel y hasta las de cuña de esparto, entre otros muchos modelos.
Aunque una de las claras ventajas que tienen este tipo de calzado veraniego es que son frescas, perfectas para llevar en época estival, no evita que el pie sude y queden las huellas de sudor marcadas en la planta de las sandalias.
Si es tu caso y estás pensando en retirarlas de tu armario, no lo hagas. En NIUS te explicamos un truco que podría ser el definitivo para eliminar de forma rápida y sencilla estas manchas que quedan impregnadas. ¿Listo o lista para comprobar su efectividad?
Para terminar con ellas de una vez por todas, se recomienda emplear bicarbonato de sodio, eficaz en la mayoría de sandalias, independientemente del material del que estén hechas.
Este producto asequible, accesible y efectivo no solo te va a ayudar a limpiar las huellas de sudor, sino que también te va a permitir blanquear y eliminar el mal olor, ya que consigue neutralizar las moléculas mal olientes.
Para ello, debes mezclar agua con algunas cucharadas de bicarbonato de sodio hasta conseguir una pasta, una mezcla que vas a tener que aplicar en la sandalia previamente lavada con cuidado con agua caliente. Luego, con la ayuda de un cepillo de dientes viejo, haz movimientos circulares sobre la zona oscurecida para eliminar toda la suciedad posible. Por último, deja actuar el producto durante unos minutos y retira los restos con un paño húmedo. Otra opción o alternativa a hacer la mezcla es espolvorear un poco de bicarbonato después de lavarlas con agua y dejarlo actuar.
En el caso de que sean de corcho, también puedes utilizar jabón neutro y agua caliente para eliminar dichas manchas. Más sencillo va a ser si se trata de chanclas de goma, las cuales puedes meter en la lavadora sin problemas.