Cómo meter copas en el lavavajillas sin que se rompan

El lavavajillas es uno de esos inventos que han venido a ‘salvarnos’. No solo nos permite ahorrar agua, sino también tiempo a la hora de fregar los platos, una de las tareas domésticas más tediosas.

Aunque se trata de un electrodoméstico que se puede encontrar en la mayoría de los hogares y que se usa casi a diario, muchas personas siguen cometiendo errores a la hora de ponerlo. Entre ellos, meter utensilios de madera, enjuagar los vasos antes, dejar los platos sucios demasiado tiempo o incluso no colocar de forma correcta la vajilla, la cual se termina estropeando.

De hecho, en muchas ocasiones fregamos a mano las copas por miedo a que se rompan en el lavavajillas. No obstante, en esta ocasión te traemos el truco definitivo para que puedas lavarlas sin que suponga un peligro y, por tanto, sin preocuparte por ello. 

Cómo hacer para que no se rompan

Para evitar el riesgo de que se rompan, desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recalcan la importancia de colocar las copas alejadas para que no choquen entre ellas o con otros objetos durante el ciclo de lavado, así como alejarlos de los cubiertos o elementos de metal que puedan rayar el cristal.

Además, actualmente, muchos lavavajillas tienen incorporados soportes abatibles para mantener bien sujetas las copas. Solo tienes que desplegarlos y apoyar el pie de las copas sobre ellos. En caso de que tu electrodoméstico no incorpore dicha pieza, puedes comprarlo aparte en cualquier tienda especializada.

No obstante, hay veces en las que las copas son demasiado altas y no caben en el cesto de la parte superior. De ser así, no te preocupes, también hay solución. Por lo general, casi todos los lavavajillas tienen la opción de bajarlo un nivel. Un mecanismo en los carriles que permite que quepan aquella vajilla u objetos más altos, como pueden ser las copas de vino.

Cómo lavar las copas correctamente

Aunque algunos lavavajillas tienen un programa específico para cristalería en los que se usa la temperatura y presión de agua adecuadas.

En caso de no contar con esta opción, expertos de la OCU recomiendan utilizar uno a baja temperatura, que no supere los 40 °C. “Si notas que las copas te quedan blanquecinas al lavarlas en el lavavajillas, el motivo puede ser la excesiva dureza del agua”, apuntan. 

Además de controlar la temperatura, revisar la sal y comprobar que el descalificador está bien ajustado, también debes fijarte en el nivel de abrillantador para que las copas te queden como el primer día y perfectas. Este “contiene tensoactivos que rebajan la tensión superficial del agua, formando una barrera protectora para tus vasos y copas y evitando la formación de gotitas” tal y como afirman desde la Organización de Consumidores y Usuarios.