Cuando se acerca el verano, los planes cambian. Preferimos tomar el sol en la playa, hacer barbacoas al aire libre o incluso tomar algo en alguna terraza de un bar con amigos.
También comemos diferente. Dejamos de lado los platos de cuchara para dejar paso a las ensaladas refrescantes o recetas más veraniegas, como por ejemplo el gazpacho, entre otras. No obstante, uno los productos estrella en estas fechas son las sardinas, siendo las estaciones cálidas la mejor época para su pesca.
Las sardinas, uno de los pescados azules más populares y catalogados como un superalimento, destaca por la infinidad de propiedades saludables que tiene para el organismo humano. Es muy buena fuente de omega-3, lo que ayuda a disminuir los niveles de colesterol y de triglicéridos, así como aumenta la fluidez de la sangre, algo que disminuye el riesgo de trombosis y aterosclerosis.
Se pueden comer en forma de espeto, a la brasa, rebozadas, al horno o asadas, así como pueden ir acompañadas de una infinidad de guarniciones. Ahora bien, prepararlas en casa tiene un pequeño inconveniente, razón por la cual muchos no las suelen hacer a menudo. El fuerte e intenso olor que desprenden cuando se cocinan y que muchos identifican como a chiringuito puede ser, en ocasiones, muy molesto y desagradable. Ahora bien, ¿sabías que existe un truco para evitar que huelan?
Para ello, solo vas a necesitar tener a mano papel de aluminio o de hornear. Siguiendo los pasos, vas a conseguir no dejar rastro del olor tan característico de este pescado por toda la casa, además de conseguir un buen resultado en cuestión de minutos: