Ahorrar agua en tiempos de sequía es posible: los mejores consejos a seguir en el hogar

  • Ahorrar agua en el hogar, siguiendo una serie de consejos, resulta trascendental en tiempos de sequía

  • En el baño, podemos colocar una botella con agua dentro de la cisterna y usar grifos reguladores de caudal

  • Debemos utilizar los programas ECO de los electrodomésticos y no descongelar productos bajo el agua

En plena crisis de sequía, cada vez llueve menos y hace más calor. La situación en España y en toda Europa está llegando a un punto dramático. De hecho, el 60% del campo ya se ha visto afectado por la falta de agua y los ayuntamientos han decidido prescindir de las duchas en las playas este próximo verano.

Más de 2.000 millones de personas en el mundo no tienen acceso a agua potable. Por ello, es imperativo concienciarse lo antes posible de la necesidad de ahorrar agua. Con ese objetivo, existen hoteles en Barcelona que cronometran el tiempo para ducharse. No obstante, todos en nuestras viviendas podemos hacer algo más.

¿Cómo ahorrar agua en el hogar?

Estos son los mejores consejos, algunos virales, que recoge 'Hogarmania' y que funcionan para ahorrar agua en casa en tiempos de sequía, mientras la situación de los embalses sea tan alarmante.

Coloca una botella dentro de la cisterna. Uno de los trucos para ahorrar agua es poner una botella con agua en el interior de la cisterna. Cada vez que tiramos de la cadena se descargan seis litros de agua, por lo que al introducir un objeto en la cisterna disminuirá su capacidad y hará que ahorremos hasta 15 litros al día.

Si en la vivienda residen tres o más personas, el ahorro de agua al año puede llegar a ser de casi 5.500 litros, una cifra considerable.

Utiliza grifos ahorradores. Los grifos reguladores de caudal, llamados aireadores para grifos, son extensiones que se enroscan en la boquilla de un grifo para optimizar el consumo de agua diario. No requieren de instalación, son económicos y también puedes emplearlos en la ducha.

Recoge el agua que dejas pasar en la ducha. En el momento de ducharnos, justo antes de meternos en faena, abrimos el grifo y esperamos un par de minutos para que salga el agua a la temperatura que queremos. Mientras esperamos, litros y litros de agua limpia y potable se desperdician por el sumidero.

Según datos de Aqua Fundación, una ducha abierta durante cinco minutos conlleva un gasto promedio de 100 litros de agua, cantidad con la que podría sobrevivir una persona durante 50 días.

Por ello, podemos recoger en un barreño o balde el agua que sale de la ducha mientras esperamos la temperatura deseada. Con este agua se puede regar o limpiar el menaje de la cocina.

Usa los programas ECO. Tanto el lavavajillas como la lavadora tienen programas ECO que ayudarán a ahorrar cientos de litros de agua al año. Utilízalos siempre que sea posible y haciendo un correcto uso de ambos electrodomésticos.

Si no dispones de un lavavajillas, limpia los platos enjabonando con el grifo cerrado y empleando un recipiente para enjuagarlos. En el caso de la lavadora, es aconsejable no cargarla en exceso y recurrir a los programas más eficientes.

Apaga el grifo cuando no lo necesites. Un gesto tan sencillo como cerrar el grifo cuando vamos a enjabonarnos las manos o limpiarnos los dientes evita el desperdicio de agua dulce, potable y limpia. Estos actos, aunque sean pequeños, son muy beneficiosos para la salud del planeta y la economía de nuestro hogar.

Riega siempre por la mañana o la noche. Según Iñigo Segurola, experto en jardinería, si regamos las plantas a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde durante la primavera y el verano, éstas absorben mejor el agua, las hojas no se queman y, si son plantas comestibles, crecen mejor.

Repara las fugas de agua. Para evitar filtraciones y desperdicio de agua, es vital que reparemos cualquier fuga que haya en el hogar como grifos que gotean o duchas mal selladas. En general, es aconsejable revisar todas las instalaciones de la casa para asegurarnos de que el ahorro de agua sea el máximo posible.

Descongela los alimentos en el frigorífico. No emplees el agua para descongelar los alimentos y hazlo en la nevera. Además, de este modo, ahorraremos en gasto y ganaremos en sabor y en seguridad alimentaria.