Hasta ahora, se tenía constancia de que la aparición de venas varicosas durante el embarazo era un signo de hipertensión venosa gestacional, pero a pesar de su frecuencia, se desconocía si existían repercusiones clínicas en la placenta o en el recién nacido.
Este estudio, presentado en el 27º Congreso del Capítulo Español de Flebología y Linfología de la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular (SEACV) y financiado por el Fondo de Investigación en Salud del Instituto de Salud Carlos III, incluyó a embarazadas durante la visita del tercer trimestre.
Así, ha constatado, tras un estudio ecográfico del sistema venoso de los miembros inferiores en el momento de la inclusión, la aparición de daño placentario caracterizado por la sobreexpresión de marcadores de hipoxia, estrés oxidativo y muerte celular en las mujeres que presentaban insuficiencia venosa.