El universo lleva expandiéndose casi 13.800 millones de años, pero según un nuevo estudio podría dejar de hacerlo “muy pronto”. Cuando esto ocurra, el universo pasará a una fase de contracción lenta, dicen los investigadores. ¿Qué implica esto?
Tres científicos se han propuesto modular la materia oscura en un artículo publicado en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences'. En su investigación, los expertos se refieren a la energía oscura como “quintaesencia”, y sugieren que esta no es una fuerza constante de la naturaleza, sino una entidad que puede ir debilitándose.
“Aunque el universo se está expandiendo a un ritmo acelerado en la actualidad”, dicen los autores del estudio, “la energía oscura podría hacer que la aceleración llegue a su fin y pase suavemente de la fase de expansión a una fase de contracción lenta". La transición ocurriría sorprendentemente pronto.
La aceleración del universo terminaría dentro de los próximos 65 millones de años, y dejaría de expandirse por completo tal vez dentro de menos de 100 millones de años, concluye la investigación.
Esto suena como una barbaridad de tiempo, dicen los autores de la investigación, pero es una nimiedad en una escala cósmica. Si retrocedemos 65 millones de años en la historia de la Tierra, volveríamos a la época de los dinosaurios, cuando el asteroide Chicxulub golpeó nuestro planeta.
“El escenario no es descabellado. De hecho, encaja naturalmente con teorías recientes de cosmología cíclica y conjeturas sobre la gravedad cuántica”, según los científicos. En el estudio, los autores plantean tres desarrollos teóricos anteriores consistentes con la contracción del universo que plantean, que también descartan la posibilidad de que la energía oscura sea una constante cosmológica.
"Inicialmente, la contracción del universo sería tan lenta que cualquier humano hipotético que todavía estuviera vivo en la Tierra ni siquiera notaría un cambio", dice en 'Live Science' Paul Steinhardt, director del Centro de Ciencias Teóricas de Princeton en la Universidad de Princeton en Nueva Jersey. Según el modelo del equipo, se necesitarían unos miles de millones de años de contracción lenta para que el universo alcanzara aproximadamente la mitad del tamaño que tiene hoy.
Después podrían pasar dos cosas. El universo podría colapsar sobre sí mismo en un gran "crujido" y poner fin al espacio-tiempo tal como lo conocemos, o podría producirse un rebote, volviendo al Big Bang de sus orígenes.
Sea como fuere, los científicos no tienen manera de saber qué será del universo y no podrían saberlo hasta que comenzase la fase de contracción.