"Las lesiones nerviosas y musculares parecen contribuir al colapso de las vías respiratorias superiores durante el sueño. Lo más probable es que el daño sea el resultado de las vibraciones recurrentes de los ronquidos a los que están expuestos los tejidos", han dicho los investigadores.
Para alcanzar esta conclusión, analizaron a ocho pacientes que habían estado roncando durante muchos años y 14 pacientes con ronquidos y apnea del sueño, los cuales fueron comparados con un grupo de control de 18 personas que no roncaban. Todos ellos fueron examinados con registros de sueño durante la noche para detectar la apnea del sueño, mientras que los trastornos de la función de deglución se investigaron con una técnica de vídeo radiografía.
Asimismo, se estudiaron muestras de tejido del paladar blando de los participantes para detectar lesiones musculares y nerviosas, observándose que los roncadores y los pacientes con apnea del sueño tenían dañados tanto los nervios como los músculos del paladar.
En concreto, los nervios en el paladar de roncadores y pacientes con apnea del sueño mostraron menos fibras nerviosas y células de soporte que ayudan a las primeras a sobrevivir y regenerarse. Los nervios también tenían un mayor tejido conectivo.
Asimismo, en el análisis muscular, se podía ver que una gran cantidad de fibras musculares en el paladar blando mostraban cambios que reflejaban la pérdida de inervación debida al daño nervioso. También fue posible ver cambios en las estructuras de proteínas en la membrana celular de las fibras musculares y el esqueleto celular de roncadores y pacientes con apnea del sueño.
"Se necesita una investigación continua para ver si el tratamiento que previene daños a los nervios y músculos podría curar o al menos prevenir un mayor deterioro de los pacientes con ronquidos y apnea del sueño. Sería una gran victoria porque la apnea del sueño es una enfermedad pública importante", han zanjado los científicos.