El trasplante de pene más complejo devuelve a un veterano de guerra la posibilidad de tener un orgasmo
El soldado perdió las dos piernas y los genitales en una bomba en Afganistán
Se sometió a un trasplante de pene, escroto y la pared abdominal inferior en marzo de 2018
"Tiene erecciones casi normales y puede llegar al orgasmo", explican los doctores
Hoy veterano de guerra, hace ya casi una década desde que una explosión en Afganistán le hiciese perder las dos piernas y también los genitales. Fue en 2010. Salvó la vida, pero su mundo se vino abajo. Marcado para siempre por las heridas, este soldado, cuyo nombre no ha trascendido a los medios, encontró no obstante su esperanza en un complejísimo trasplante que, hoy, un año después de enfrentarse a la operación, le ha hecho volver a ‘sentirse completo otra vez’.
Sus funciones biológicas han vuelto casi a la normalidad
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Tal como recoge ‘The Washington Post’, citando una carta publicada por ‘The New England Journal of Medicine’, se convirtió en marzo de 2018 en la primera persona en recibir un trasplante de pene, escroto y la pared abdominal inferior; una operación que, como informan doctores de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins en la misiva, ha sido un auténtico éxito.
“Tiene erecciones casi normales y puede llegar al orgasmo”, explican, añadiendo que sus funciones biológicas han vuelto prácticamente a ser normales. El soldado, con sus prótesis, puede volver a mear de pie y sin esfuerzo, indican.
Más de un año y medio después de aquella intervención que duró 14 horas e involucró a tres docenas de profesionales, el veterano de guerra ha recuperado la felicidad, recuperándose de una herida que, más allá del daño físico, le había abatido psicológicamente. Solo su familia sabía completamente hasta qué punto llegaban los daños provocados por aquella bomba que le explotó en Afganistán.
No hay precedentes de un trasplante igual
Aunque, como informa The Washington Post, a lo largo de la historia otros tres equipos médicos han abordado con éxito un trasplante de pene, ninguno de ellos era tan extenso y complejo como el de este soldado, constituyendo así un caso único hasta el momento. Los médicos hubieron de coser vasos sanguíneos de tamaño milimétrico y nervios minúsculos.
Complicaciones a largo plazo
Superada la complejidad de la operación, además, el trasplante incluía riesgos a largo plazo, los cuales el soldado asumió en una decisión de la que no se arrepiente. Ahora, tiene que tomar medicamentos de por vida encaminados a que no se produzca el rechazo al trasplante, algo que a su vez podría ponerle en riesgo de infecciones, problemas renales y ciertos tipos de cáncer, según recoge el medio Los Angeles Times. Al mismo tiempo, los inmunosupresores que toma para prevenir que su cuerpo rechace el trasplante podrían debilitar en general su sistema inmunológico.
No obstante, y pese a todo, el veterano se reafirma: tomó una decisión que considera correcta y que ha mejorado su calidad de vida.
Un trasplante al alcance de muy pocos
Sea como sea, el trasplante que le fue realizado está al alcance de muy pocos. No solo porque precisa un equipo médico muy especializado y cualificado, preparado para una operación tan sumamente delicada y compleja, sino que además, tiene un coste prohibitivo.