*Imagen: EFE
Cuando hablamos de metales pesados hablamos de compuestos que, si bien varían en su peligrosidad, pueden llegar a ser extremadamente tóxicos. Carmen Sanmartín, catedrática de química orgánica de la Universidad de Navarra, ha insistido a 'El Tiempo Hoy' en que la empresa, Requimsa, no tiene publicados en su web "de qué tipo de disolventes se trata" y, por tanto, "no se puede saber con exactitud hasta qué punto son perjudiciales".
Sin embargo, está casi convencida de que, dado el aspecto de la nube negra de humo, ahí podrían estar presentes "compuestos aromáticos y halogenados, dos elementos altamente tóxicos que, sin siquiera arder, son cancerígenos". Por eso, las consecuencias pueden ser catastróficas si se tiene en cuenta que sus efectos se agravan si se produce un proceso de combustión como, en este caso, una explosión.
Ante la incertidumbre, Francisco José Ramírez, miembro de Ecologistas en Acción y testigo presencial del suceso, ha recordado a 'El Tiempo Hoy' que no es buena idea fiarse de los primeros resultados obtenidos por los centros de medición de calidad del aire. Se trata de "metales pesados que no se pueden medir" y el alcance, por tanto, podría ser mayor.
Sanmartín también ha añadido que es necesario "hacer un seguimiento de los parámetros ambientales y, en base a eso, ir decidiendo qué medidas tomar". Uno de esos parámetros ambientales es la propia meteorología, que será decisiva en las próximas horas para el desarrollo de la columna de humo y de la perdurabilidad de los compuestos en el aire: "si hay lluvia quizá sea más fácil que se reduzcan los riesgos, pero se complicaría si esa nube contiene óxido de nitrógeno y azufre, los elementos que dan lugar a la lluvia ácida".