A una profundidad de entre 750 y 1300 metros, las gélidas aguas del lago Baikal ruso esconden un telescopio que será crucial en la investigación astronómica. Tras seis años de trabajos, el apodado Baikal-GVD acaba de ser inaugurado para detectar fuentes de neutrinos de alta energía, estudiar la evolución de las galaxias y el universo, y resolver la tarea clave de formar la red de neutrinos del mundo.
El telescopio, cuyo acto ceremonial inaugural se produjo este 13 de marzo, es el resultado del intenso trabajo de un equipo internacional de científicos de Rusia, República Checa, Eslovaquia, Alemania y Polonia con el papel principal del Ministerio de Ciencia y Educación Superior de Rusia, el Instituto Conjunto de Investigación Nuclear (JINR) y la Academia de Ciencias de Rusia.
El director del JINR, Grigory Trubnikov, aseguró en un comunicado que este nuevo telescopio permitirá "registrar estadísticas de neutrinos mucho mejores de lo que era posible anteriormente".
El objetivo principal del telescopio de neutrinos submarinos es el estudio detallado del flujo de neutrinos cósmicos de alta energía y la búsqueda de sus fuentes. Baikal-GVD también buscará candidatos a materia oscura, neutrinos de la desintegración de partículas súper pesadas, monopolos magnéticos y otras partículas exóticas. También será una plataforma para estudios ambientales en el lago Baikal.
El telescopio es uno de los tres detectores de neutrinos más grandes del mundo junto con IceCube en el Polo Sur y ANTARES en el Mar Mediterráneo, recoge Europa Press.
Los neutrinos son diminutas partículas elementales con una masa apenas superior a cero, pero pueden cruzar el universo sin interactuar con la materia y sin retrasos en su camino. Millones de neutrinos por segundo atraviesan a todas las personas de la Tierra, completamente desapercibidos.
Son las partículas más pequeñas que se conocen actualmente y las más difíciles de detectar, algo que sólo puede hacerse a través del agua.
"El agua dulce también es importante, la claridad del agua también. Y el hecho de que haya una capa de hielo durante dos o dos meses y medio también es muy importante para la detección de neutrinos, ha dicho Bair Shoibonov, del Instituto Conjunto de Investigación Nuclear, a AFP.