Nuestra galaxia está plagada de satélites-sorpresa. Algunos de ellos orbitan en la dirección contraria al movimiento que realizan alrededor del Sol, otros cambian de órbita como si fueran saltando, otros escupen erupciones de hielo… Para empezar a descubrirlos, hemos elegido la luna cuya estructura nos ha parecido más impactante: Pan, que rodea a Saturno y tiene una extrañísima forma de OVNI.
Pan y Atlas son dos de las lunas más raras del planeta anillado. En su composición son muy similares, aunque Atlas es más plana que Pan, cuyo abultamiento central le da ese aspecto de platillo volante. Pan fue descubierta en el año 1990. Sin embargo, la sonda ‘Casinni’ no pudo captar su imagen hasta el 2012 porque estaba escondida entre el polvo cósmico de los anillos del planeta.
Es decir, que no sólo tiene una forma completamente insólita sino que, además, durante mucho tiempo estuvo camuflada en el aro de Saturno. Tanto es así que científicos de Colorado determinaron que su origen no surgió de las colisiones y fragmentaciones con otras lunas mayores, sino que sus características –porosidad, luminosidad y superficies heladas- son exactas a las partículas de los anillos, por lo que podría haberse formado a partir de ellas. ¿Se puede tener una biografía mejor?...
Aunque nos suene a ‘mendrugo’, su nombre viene de la mitología griega, como la mayoría de los bautizos celestiales. Para los griegos, Pan era un dios pastor, al igual que lo es este satélite, que se encarga de mantener abierta la División en la que se encuentra: La División Enke del anillo A de Saturno. Toda una responsabilidad.