Con un tamaño no superior al de un maletín, el satélite CubeSat de la NASA ha batido un récord al convertirse en el más pequeño en detectar un planeta fuera del sistema solar, conocido como el exoplaneta '55 Cancri e', superando las expectativas que los expertos habían puesto en un satélite que se desplegó en la órbita desde la Estación Espacial Internacional en noviembre de 2017, según ha comunicado la agencia espacial estadounidense.
Los científicos ya conocían la ubicación del objeto espacial, del doble del tamaño de la Tierra, masa similar a la de Neptuno y localizado a 41 años luz, que fue descubierto en el 2004. Pero volver a buscarlo era una forma de probar las capacidades de ASTERIA, el telescopio espacial incorporado en el CubeSat para realizar mediciones astrofísicas.
Inicialmente, el equipo no fue diseñado para realizar tareas científicas, por eso los especialistas del Laboratorio de Propulsión a Reacción de la NASA (JPL, por sus siglas en inglés) y del Instituto Tecnológico de Massachusetts diseñaron nuevos instrumentos y 'hardware'.
El satélite usó el control de puntería fina para detectar el '55 Cancri e' a través del método de tránsito, en el que los científicos buscan disminuciones en el brillo de una estrella causadas por el paso de un planeta. "Debido a que ese exoplaneta bloquea sólo el 0,04% de la luz de su estrella anfitriona, fue un objetivo especialmente difícil para ASTERIA", reza el comunicado y añade que batió el récord y se convirtió en el satélite más pequeño en localizar un planeta fuera del sistema solar.
"Detectar este exoplaneta es emocionante, porque muestra cómo las nuevas tecnologías se unen en una situación real", afirmó Vanessa Bailey, investigadora principal del equipo científico del JPL. Aunque la misión principal del equipamiento era de sólo de 90 días, ASTERIA recibió tres extensiones antes de perderse el contacto en diciembre pasado.
ASTERIA sigue los pasos de un pequeño satélite de la Agencia Espacial Canadiense llamado MOST (Microvariability and Oscillations of Stars), que en 2011 realizó la primera detección de tránsito de '55 Cancri e'. MOST era aproximadamente seis veces el volumen de ASTERIA, todavía increíblemente pequeño para un satélite de astrofísica. Equipado con un telescopio de 15 centímetros, MOST también fue capaz de recoger seis veces más luz que ASTERIA, que llevaba un telescopio de 6 centímetros.
Según un comunicado del JPL, la misión hizo lo que se conoce como detección marginal, lo que significa que los datos del tránsito no habrían, por sí solos, convencido a los científicos de que el planeta existía. Pero al comparar los datos del CubeSat con observaciones previas del planeta, el equipo confirmó que realmente estaban viendo '55 Cancri e'. Como demostración técnica, ASTERIA tampoco se sometió a los preparativos típicos de prelanzamiento para una misión científica, lo que significaba que el equipo tenía que hacer un trabajo adicional para garantizar la precisión de su detección.