Rovi ha desvelado la detección de partículas de acero inoxidable en los lotes de las vacunas de Moderna bloqueados en Japón. Es la conclusión de la investigación realizada por la farmacéutica estadounidense Moderna y Takeda tras paralizar la vacunación con el antídoto fabricado por los laboratorios españoles.
La farmacéutica española también ha explicado que este hallazgo no supone un riesgo indebido para la seguridad del paciente y no afecta negativamente al perfil beneficio/riesgo del producto.
Según el informe de análisis del origen de las partículas realizado por Rovi, la causa más probable de las partículas identificadas en el lote 3004667 está relacionada con la fricción entre dos piezas metálicas instaladas en el módulo de tapones de la línea de producción debido a un montaje incorrecto.
Las dos piezas son la rueda de estrella y la pieza del dispositivo de alimentación de tapones que introduce los tapones en la rueda de estrella.
Se cree, según la firma, que esta condición se produjo durante el montaje de la línea antes de la producción del lote 3004667 y fue el resultado de una alineación incorrecta durante un cambio de línea antes de comenzar este lote.
Conforme al análisis realizado por Rovi, la incidencia en la fabricación sólo afectó a los lotes que han sido bloqueados. La compañía española ya ha tomado medidas para corregir y prevenir futuros defectos.
Tras una evaluación sanitaria llevada a cabo por Moderna y Takeda, la rara presencia de partículas de acero inoxidable en la vacuna de la Covid-19 de Moderna no supone un riesgo indebido para la seguridad del paciente, ya que las partículas metálicas de este tamaño inyectadas en un músculo pueden dar lugar a una reacción local, pero es poco probable que den lugar a otras reacciones adversas más allá del lugar de la inyección.
"El acero inoxidable se utiliza habitualmente en válvulas cardíacas, prótesis articulares y suturas y grapas metálicas. Por lo tanto, no se espera que la inyección de las partículas identificadas en estos lotes en Japón suponga ningún mayor riesgo médico", señala el análisis.
Asimismo, el informe revela que en este momento, no hay evidencia de que los dos fallecimientos producidos a continuación de la administración de la vacuna de Moderna estén de ninguna manera relacionados con la administración de la vacuna.
"La relación se considera, en este momento, casual. Es importante concluir una investigación formal para confirmar este extremo. La investigación se está llevando a cabo con la mayor urgencia, transparencia y honestidad y es de la máxima prioridad", indica el análisis