Marte o la Luna carecen de una atmósfera que permita agua líquida en su superficies, pero las regiones más cálidas y presurizadas del subsuelo podrían permitir la química de la vida en agua líquida. Es la conclusión de un estudio sobre si las condiciones propicias para la vida podrían existir en las profundidades de la superficie de objetos rocosos como la Luna o Marte en algún momento de sus historias y cómo los científicos podrían buscar rastros de vida pasada del subsuelo en estos objetos.
La investigación analiza el "espesor" de la región del subsuelo, donde el agua y la vida podrían existir en principio, de los objetos rocosos cercanos, y si las altas presiones en ellos podrían descartar la vida por completo. La investigación, dirigida por los científicos del Center for Astrophysics Harvard & Smithsonian Avi Loeb y Manasvi Lingam, descubrió que el límite de material biológico "podría ser un pequeño porcentaje del de la biosfera del subsuelo de la Tierra y mil veces más pequeño que la biomasa global de la Tierra", dijo Loeb, y agregó que los criófilos, organismos que prosperan en ambientes extremadamente fríos, no solo podrían sobrevivir potencialmente, sino también multiplicarse, en cuerpos rocosos aparentemente sin vida.
"Los organismos extremófilos son capaces de crecer y reproducirse a bajas temperaturas bajo cero. Se encuentran en lugares que son permanentemente fríos en la Tierra, como las regiones polares y el mar profundo, y también pueden existen en la Luna o Marte", declaró en un comunicado.
En cuanto a la búsqueda de vida en el subsuelo de la Luna y Marte, los investigadores señalan que no será fácil, ya que requiere criterios de búsqueda y maquinaria que aún no está en uso en ninguno de los cuerpos vecinos.
"Hay muchos criterios involucrados en la determinación de las ubicaciones más óptimas para buscar signos de vida", dijo Lingam. "Algunos de los que hemos tenido en cuenta para las búsquedas del subsuelo incluyen la perforación cerca del ecuador, donde la biosfera del subsuelo está situada más cerca de la superficie, y la búsqueda de puntos calientes geológicos con temperaturas más altas". Loeb agregó que en términos de maquinaria, "necesitamos poder perforar decenas de kilómetros bajo la superficie de Marte, y sin actividad geológica que exponga estas capas profundas, no podremos explorarlas".
Sin embargo, los desafíos no significan que sea imposible encontrar vida en la biosfera del subsuelo de un cuerpo rocoso, incluso en un futuro cercano. "La perforación podría ser posible en el contexto del programa Artemisa para establecer una base sostenible en la Luna para el 2024. Uno puede imaginar robots y maquinaria pesada que perforarán profundamente bajo la superficie lunar en busca de vida, tal como lo hacemos nosotros al buscar petróleo en la Tierra ", dijo Loeb, y agregó que si las futuras misiones a Marte y la Luna desentierran vida subterránea, los mismos principios podrían aplicarse a las misiones que se dirigen mucho más lejos.
"Nuestro estudio se extiende a todos los objetos que existen y de hecho implica que la zona habitable es mucho más grande de lo que se pensaba tradicionalmente, ya que la ciencia actualmente considera solo la vida en la superficie del objeto". La investigación se publica en The Astrophysical Journal Letters.