De película de terror: un pueblo australiano se cubre literalmente de telas de araña
Tras las recientes inundaciones, las arañas se refugian en las alturas en Gippsland (Australia)
Sus telas lo cubren absolutamente todo, desde señales de tráfico hasta los árboles
Los vecinos aseguran que, cuando sopla viento, parecen olas que ondulan
Las personas con aracnofobia lo están pasando realmente mal en este pueblo del este de Australia. Las recientes inundaciones se llevaron por delante todas las arañas en Gippsland, que se encuentra en el estado de Victoria, por ello ahora optan por tejer sus telas a más altura, utilizando como soporte las señales de tráfico y plantas elevadas. Todo está cubierto. Los vecinos dicen que, cuando sopla el viento, es como ver olas. Es entre terrorífico y fascinante.
A las arañas no les gusta el agua. Desde que empezaron las inundaciones en diferentes zonas del este de Australia, hemos visto imágenes bastante aterradoras de cientos de ejemplares huyendo como pueden, invadiendo cualquier barandilla a la vista o adentrándose en las casas. Pero ahora han ideado algo más efectivo: las telarañas.
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Para huir del suelo mojado, las arañas se han construido estas increíbles telas que lo envuelven todo. Y, según informan medios locales, es recomendable dejarlas estar, puesto que el remedio sería peor que la enfermedad en este caso. Las arañas son buenas con el manejo de otros insectos y su presencia evitará plagas de cucarachas o de mosquitos a corto plazo, por tanto o es aconsejable rociarlas con spray o romper las telas.
“Parece espeluznante la forma en que cubre todas las señales y todo. Realmente no se puede ver en las fotos, pero hay arañas por todas partes. Es como miles y miles de arañas” le ha dicho Jena Beatson, que ha visto en persona el paisaje fantasmal de Gippsland, a 'The Guardian’.
Una escena relativamente frecuente
“Es una ocurrencia semi-regular en Victoria durante el invierno cuando obtenemos la mayor parte de nuestra lluvia. Las arañas pueden hacer una amplia gama de sedas diferentes y una de las sedas que usan para este comportamiento, el globo, es una seda pequeña muy, muy fina que usan para volar con la brisa. Podían volar 100 km”, explica.
Por las declaraciones de varios lugareños, se entiende que en general están acostumbrados a ver esta escena una vez al año. Aunque, aseguran, cuando el viento sople con algo más de fuerza las telas se disiparán rápidamente, por lo que aprovechan estos días para salir a admirar la habilidad arácnida para envolverlo todo.
Se cree que las arañas detrás de esta ‘obra de arte’ son de especies muy variadas autóctonas, destacando las Ambicodamus roja y negra, cuya picadura puede causar cierta irritación local. No obstante las autoridades tranquilizan a la población: en ningún caso estas arañas podrán causar un mal mayor a nadie porque no son lo suficientemente venenosas y sus colmillos no llegan para atravesar la piel de un humano.
No hay nada que temer, supongo.