Nuevas pruebas insisten en la autenticidad de los 'clavos de Cristo' hallados en 2009

  • Una investigación israelí certifica la teoría de Simcha Jacobovici

  • La Universidad de Tel Aviv certifica que los clavos tienen 2.000 años

  • La polémica en la comunidad científica está servida

Un estudio de la Universidad de Tel Aviv sostiene que se han hallado los clavos de Cristo. No es la primera vez que se afirma algo así. Hace nueve años Simcha Jacobovici defendió esta teoría. La polémica está servida de nuevo.

En 2011, en el documental llamado 'Los Clavos de la Cruz', Simcha Jacobovici aseguraba haber hallado dos clavos de hierro que podrían haberse usado en la crucifixión de Jesus, hace 2.000 años.

Entonces lo investigadores dijeron haber encontrado rastros microscópicos de madera y hueso incrustados en las piezas de metal, lo que respaldaría si no su versión que alguien fue crucificado con ellos.

Ahora una investigación de la Universidad de Tel Aviv, publicada en la revista 'Archaeological Discovery' , ha verificado que, efectivamente, los clavos tienen 2.000 años de antigüedad. Con esta publicación se ha vuelto a reactivar la polémica de 2009.

Los supuestos clavos de Cristo se hallaron en una tumba del siglo I que pertenecería al sacerdote Caifás, lo que, según apuntan en el estudio, "es de profundo interés porque en el Nuevo Testamento el sumo sacerdote Caifás fue el responsable de pasar a Jesús a los romanos, quienes luego lo enviaron a la cruz".

“Basándonos en la evidencia colectiva, concluimos, con considerable confianza, que los clavos sin procedencia son los clavos perdidos excavados en la tumba de la familia Caifás en 1990 y, además, que estos clavos se utilizaron en una crucifixión", concluyen los especialistas de la universidad isrealí.

La Autoridad de Antigüedades de Israel, no obstante, continúa negando que los clavos hallados pertenezcan a la cueva de Caifás y se unen a la comunidad de científicos que se han alzado contra la veracidad de este descubrimiento.