Acostumbramos a llevar la crema tanto para el cuerpo como para la cara (o deberíamos) cuando vamos a la playa en verano, pero ¿qué pasa con las escapadas a la montaña? Muchas personas olvidan que aunque el ambiente sea más fresquito y en ocasiones podamos refugiarnos a la sombra de los árboles, cuando el sol pega, lo hace más fuerte incluso que en la orilla del mar porque estamos a más altura. Es muy importante protegerse.
La montaña es el lugar probablemente más peligroso para que nos dé el sol este verano. A más altura, la atmósfera nos ayuda menos contra la radiación ultravioleta, y además hay menos elementos que reflejen o atrapen la luz solar.
Entre los diferentes tipos de esta radiación, hay uno en particular al que nos exponemos más cuando damos un paseo por la sierra: la UV-B, de onda más larga, ya que la capa de ozono atrapa la UV-C.
Hay que tener especial cuidado en Canarias porque es donde el índice de radiación UV es extremo estos días. Sobre todo, si subimos a la alta montaña. Pero tampoco hay que despistarse en zonas del sur de España. Por ejemplo Granada está a una altitud considerable y nos exponemos bastante a menos que usemos protección solar.
Son fundamentales la crema solar, la ropa de montaña y las gafas de sol. Por supuesto siempre es recomendable vestir con ropa clara. En el caso de los niños, la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) elaboró hace poco una lista de los mejores protectores en función a un análisis y entre ellos figuraban las marcas Delial, Avène y Lidl.