Lo bueno de dejarse las vacaciones para septiembre, además de que te evitas las aglomeraciones de julio y agosto, es que el mar está más calentito. Parece contradictorio, puesto que es el mes en el cual el fresquito empieza a notarse en España. Entonces ¿por qué está más caliente el agua al final del verano?
La respuesta es fácil. Como sabrás, el agua no se calienta tan rápido como la tierra, pero sí tiene la capacidad de retener energía. Por tanto, a pesar de que durante la canícula el mar no está demasiado calentito, al final del verano su temperatura es notablemente superior y, además, aguanta más tiempo caliente. De hecho el mar suele aguantar templado hasta el final del otoño.
La temperatura del océano, explica una publicación de ‘Science Learning Hub’, especialmente la temperatura en la superficie, varía de un lugar a otro y de una estación a otra. La temperatura del océano depende de la cantidad de energía solar absorbida.
No es igual en el Ártico, que también reciben luz solar en el verano del Hemisferio norte, que en los trópicos. La clave está en que, mientras que en las regiones polares los rayos solares no inciden directamente, en las zonas cálidas, próximas a los trópicos, sí lo hacen. También las condiciones de cada mar influyen.
En el caso de España, no tiene nada que ver la temperatura del Atlántico y el Cantábrico con la del Mediterráneo. La primera semana de septiembre de 2020 la temperatura en las aguas que bordean Baleares están por encima de los 25 grados, llegando a rozar los 29, mientras que en las costas de Galicia la media es de unos 20 grados o menos. En el caso del Golfo de Vizcaya, la superficie del mar registra actualmente alrededor de 22ºC. En el entorno de Canarias, a más bajas latitud que el resto de España, el Atlántico ronda los 24 grados.
Por último, hay que recalcar que en septiembre es cuando más riesgo suele haber de tormentas tropicales en el caso del Atlántico (entre el ecuador y el trópico de cáncer). Esto es en parte por el calor (la energía) del mar, que aporta ese ‘combustible’ a los ciclones. En el Mediterráneo es la etapa fuerte de Danas (depresiones aisladas en niveles altos), popularmente conocidas por ‘gotas frías’, por los constantes descuelgues de aire frío en altura que interactúan con una superficie del mar muy caldeada.