Científicos del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS, por sus siglas en francés), con el apoyo del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), que estudian desde 2010 una colonia de 18.000 parejas de pingüinos Adelia del este de la Antártida, descubrieron que sólo dos crías habían sobrevivido tras la última temporada de reproducción (finales de 2016-principios de 2017), informa debate.com.
Los investigadores informaron de su descubrimiento durante la reunión anual de la Comisión para la Conservación de la Fauna y la Flora Marinas en la Antártida, en Hobart, en la isla australiana de Tasmania.
Los pingüinos Adelia estaban muy adaptados a la Antártida Este. Pero el cambio climático amenaza su hábitat por el derretimiento de los bancos de hielo. Además, las crías pueden soportar bien la nieve, pero no la lluvia, a lo que hay que añadir que el calentamiento del agua afecta a la cantidad de alimento del que disponen.
Según Yan Ropert-Coudert, experto en la estación de investigación Dumont de Urville, cerca de la colonia, la región ha sufrido las consecuencias de los cambios climáticos vinculados a la ruptura del glaciar Mertz.
Sin embargo, no es el único factor que ha provocado este escenario. "Deben darse otros factores para tener un año cero", indica el científico, como los niveles de las temperaturas, la dirección y la fuerza del viento o la ausencia de polinias (espacios abiertos de agua rodeados de hielo).
Hace cuatro años, la misma colonia, que en aquel momento contaba con 20.196 parejas, no tuvo ninguna cría, un fenómeno provocado por niveles más importantes de banquisa, la lluvia que había empapado a las crías –ya que su plumaje todavía no era lo suficientemente impermeable- y una rápida bajada de las temperaturas.