Preguntamos a un veterinario si es verdad 'la regla de los cinco segundos' para que no se quema las patas tu perro
eltiempohoy.es
27/06/201810:31 h.Al igual que nosotros comprobamos la temperaturas de las cosas para evitar quemarnos, por ejemplo, al derramar una gota de leche en la muñeca para saber la temperatura del biberón. Eso es lo que propone la Guardia Civil. Y los veterinarios lo apoyan. Los dueños del perro tienen que posar la parte de su mano que menos capa córnea tiene en el suelo para sentir con más intensidad los grados que guarda.
"No conocíamos esta norma, pero tiene mucho sentido porque las almohadillas de las patas son la parte del perro que más nota el calor y tenemos que ponernos en su piel", explican en el hospital.
Además, para los perros las almohadillas son un foco refrigerante: "mientras nosotros expulsamos calor en forma de sudor, ellos necesitan jadear abusivamente para que entre más aire a sus pulmones y desprenderse, además, de calor por medio de las almohadillas. Por eso, mantener las patas fresquitas de tu perro es obligatorio, así como darle agua siempre que lo necesite", afirma el equipo veterinario de Arturo Soria.
¿Y si pasan los cinco segundos con la mano en el suelo y puedo aguantar?
Aunque aguantes no queda garantizada la seguridad de tu perro. El calor intenso de estos últimos días, ha hecho que el cemento de las calles se ha convertido en una sartén perfecta para freír huevos y, más de cinco segundos en él, pueden ser 'muerte segura' para tu perro: "hay que darse cuenta que ellos tienen que soportar las temperaturas extremas del suelo 'a pelo', ¡sin calzado de ningún tipo!", aclaran los expertos.
Tampoco se debe tomar a rajatabla la regla de los cinco segundos porque las manos humanas y las perrunas están hechas de distinta pasta: "Nuestras manos no están tan protegidas como sus almohadillas plantares, que son de piel mucho más gruesa y curtida", comenta el hospital veterinario. Es una manera de comprobar si el asfalto está en una situación idónea para sacar a nuestro perro a pasear sin que sufra ningún daño.
Además, el veterinario nos da otras claves básicas
"Apelar al sentido común. Es la mejor regla y la que aconsejamos a todos los dueños de perros que acuden a la consulta", sentencian desde la clínica madrileña. Es verdad que tu perro no te puede decir '¡qué calor tengo!', pero la pista para averiguarlo es sencilla: "si tú no aguantas el calor, tu amigo tampoco”, dicen en el Hospital Veterinario de Arturo Soria.