Un perezoso del tamaño de un elefante vivió en la Tierra hace 3,5 millones de años

  • El megaterio se asemejaba a un perezoso pero tenía el tamaño de un elefante

  • Los más grandes medían unos 5 metros y llegaban a pesar 6 toneladas

  • Se sabe que habitó en Bolivia y en Argentina, pero aún hay mucho que se desconoce de él

Un grupo de paleontólogos ha descubierto un cráneo de un enorme perezoso terrestre de una antigüedad que supera los 3,5 millones de años. Se trata de un megaterio que vivió en la Pampa durante el Plioceno, lo que lo convierte en el más antiguo conocido en Argentina. Tenía un tamaño de hasta 5 metros de largo y pesaba 6 toneladas, comparable a los más grandes elefantes.

La extraña anatomía del megaterio, con grandes garras, un hocico estrecho y una larga lengua con la que arrancaría las ramas vegetales que constituían su alimento, lo convierten en uno de los animales más misteriosos de los que se tiene constancia. Algunos especialistas creen que podría haber sido carnívoro y que utilizaba sus garras para apuñalar a sus presas.

La especie que conquistó Sudamérica

Los restos de megaterio son muy comunes en casi todo el territorio argentino, sin embargo, esta es la primera vez que se encuentran restos tan antiguos, solo comparables a un hallazgo realizado hace algunos años en Bolivia.

La existencia de un megaterio tan antiguo en las planicies de la Pampa muestra que la historia de estos enormes perezosos aún es casi desconocida, y es posible que los megaterios hayan tenido una historia mucho más compleja de lo que se cree, informa en un comunicado el Museo Municipal "Punta Hermengo" de General Alvarado, en la ciudad de Miramar.

El hallazgo corresponde a un equipo interdisciplinario que incluye investigadores del LACEV, Fundación Azara, Museo de Ciencias Naturales de Miramar, Centro de Geología de Costas y Cuaternario de la UNMDP y el Laboratorio de Paleontología de Vertebrados (CICYTTP).

El ejemplar fue encontrado en la localidad de San Eduardo del Mar, muy cerca de la ciudad de Miramar, por los investigadores que presentaron el estudio de este hallazgo: Nicolás R. Chimento, Federico L. Agnolin, Diego Brandoni, Daniel Boh, Mariano Magnussen, Francisco De Cianni y Federico Isla.