En resumen, concluyen que los menores de cinco años deben pasar menos tiempo sentados y mirando pantallas (o sujetos en coches de bebé y asientos), dormir mejor y tener más tiempo para jugar y realizar actividad física. "Esto mejorará su salud física y mental y su bienestar, y ayudará a prevenir la obesidad infantil y las enfermedades asociadas más adelante", asegura la directora del Programa de Vigilancia y Prevención de Enfermedades No Transmisibles de la OMS, Fiona Bull.
El organismo asegura que el incumplimiento de las recomendaciones actuales sobre actividad física es responsable de más de 5 millones de muertes en todo el mundo cada año en todos los grupos de edad. Actualmente, más del 23 por ciento de los adultos y el 80 por ciento de los adolescentes no son suficientemente activos físicamente.
"Lo que realmente tenemos que hacer es devolver el juego a los niños. Se trata de pasar del tiempo sedentario al tiempo de juego, protegiendo al mismo tiempo el sueño", explica la coordinadora de la OMS para la obesidad infantil y la actividad física, Juana Willumsen.
Específicamente, en bebés menores de 1 año la OMS aconseja que estén físicamente activos "varias veces al día" a través de juegos interactivos en el suelo, principalmente. En aquellos que aún no pueden moverse, recomiendan al menos 30 minutos en decúbito prono (boca abajo y con la cabeza de lado) repartidos a lo largo del día mientras están despiertos.
Asimismo, inciden en que no deberían estar sujetos más de una hora a la vez (por ejemplo, cochecitos/cochecitos, sillas altas o atado a la espalda del cuidador), así como dormir entre 14 y 17 horas hasta los 3 meses de edad, y entre 12 y 16 entre los 4 y los 11 meses, incluyendo siestas.
Por su parte, los niños de 1 a 2 años de edad deberían pasar por lo menos 180 minutos realizando actividades físicas a cualquier intensidad, incluyendo moderada a vigorosa. Tampoco es aconsejable que pasen más de una hora sujetos ni estar sentados por períodos prolongados de tiempo. En el caso de estarlo, recomiendan leer y contarles cuentos.
A los 2 años podrían comenzar a pasar tiempo delante de una pantalla, como televisión o videojuegos, pero nunca más de una hora, algo que también recogen en niños de 3 a 4 años. "Cuanto menos, mejor", apunta la OMS. En este rango de edad tienen que dormir entre 11 y 14 "horas regulares" de sueño de "buena calidad" contando las siestas. A los 3-4 años se podría dormir algo menos, entre 10 y 13 horas, con 60 minutos diarios de actividad moderada a vigorosa y 180 en total.