Cierra el observatorio de Arecibo, el más famoso del mundo: un cable roto desmorona una parte de la estructura
El observatorio ha sobrevivido huracanes y terremotos durante sus 50 años
Un cable roto causó cortes en varios reflectores y paneles de la cúpula
Se ha cerrado temporalmente para garantizar la seguridad de los trabajadores
El Observatorio de Arecibo, en Puerto Rico, es el más famoso del mundo y el mayor radiotelescopio de plato único del mundo. Se construyó durante tres años para ser estrenado en 1963, y desde entonces se han conseguido hazañas trascendentales desde allí como enviar la primera señal de radio al espacio hará unos 45 años. Desde entonces ha estado en pie, pero esta semana un cable roto ha bastado para desmoronar una parte importante de la estructura. Tanto, que ha cerrado por el momento.
Las instalaciones de la National Science Foundation, explicaba el martes la Universidad de Florida Central (UCF, por sus siglas en inglés), “están cerradas mientras los ingenieros revisan los daños y evalúan el alcance de las reparaciones que serán necesarias para que el telescopio vuelva a estar en línea”.
MÁS
Un cable causa un corte de 30 m
Uno de los cables auxiliares, que ayuda a sostener una plataforma de metal en su lugar sobre el observatorio, se rompió causando un corte de 30 metros de largo en el plato reflector del telescopio. Por este motivo, las operaciones en el observatorio administrado por la UCF se detienen hasta que se puedan realizar las reparaciones.
También dañó unos 6-8 paneles en la Cúpula Gregoriana y torció la plataforma utilizada para acceder a la cúpula. Aún no está claro qué causó la rotura del cable.
El objetivo es garantizar la seguridad del personal, así como proteger las instalaciones y el equipo y, cuando se pueda, reparar los daños para seguir funcionando.
Utilizado por científicos de todo el mundo
La instalación es utilizada por científicos de todo el mundo para realizar investigaciones en el área de ciencias atmosféricas, ciencias planetarias, radioastronomía y astronomía de radar. A su vez, es el hogar de un equipo que dirige el Proyecto de radar planetario con el apoyo del Programa de Observación de Objetos Cercanos a la Tierra de la NASA en la Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria de la NASA a través de una subvención otorgada a UCF.
Lo más sorprendente de que haya sufrido daños es que, hasta ahora, ha sobrevivido huracanes, tormentas tropicales y terremotos durante sus 50 años.