Nuevo plan estatal para proteger las costas españoles ante un tsunami: ¿cuáles son las zonas con más riesgo?
El Gobierno acaba de publicar el Plan Estatal de Protección Civil ante el Riesgo de Maremotos
Las costas más vulnerables a un gran tsunami son las de Andalucía occidental y Canarias
Tampoco se librarían los litorales del Levante y la cornisa cantábrica, donde las olas serían menores
A diferencia de lo que la mayoría piensa, nuestro país no es ajeno a los tsunamis. Hace unos siglos, el llamado ‘Gran Terremoto de Lisboa’ provocó una ola gigantesca que se tragó parte de la costa portuguesa, marroquí y española. Nadie estaba preparado, y como consecuencia entre 60.000 y 100.000 personas murieron. Hoy en día, bastaría un movimiento de las placas tectónicas eurasiática y africana para que se repitiera, por ello el Gobierno acaba de publicar en el BOE un nuevo plan estatal para garantizar la protección de la ciudadanía. ¿Cuáles son las zonas con más riesgo?
“La Ley 17/2015, de 9 de julio, del Sistema Nacional de Protección Civil, contempla en su artículo 15.3 el riesgo de maremotos como uno de los que ha de ser objeto de planes especiales de protección civil”, publica el Boletín Oficial del Estado del 20 de mayo de 2021. Esos planes llegan después de la resolución el pasado 19 de mayo de la Subsecretaría, que aprueba el Plan Estatal de Protección Civil ante el Riesgo de Maremotos.
MÁS
Lo que establece este plan es un sistema de alerta ante maremotos, con la finalidad de avisar acerca de la inminencia de dicha amenaza a las autoridades de protección civil y a los servicios públicos de emergencia, así como a los ciudadanos que puedan verse afectados, con atención especial a las personas más vulnerables.
¿En qué zonas de España podría ocurrir un tsunami?
- Las mayores elevaciones asociadas a la llegada de los maremotos a la costa española se producirían en la costa occidental andaluza y en Canarias, con valores máximos que podrían llegar a superar los 8 metros. La historia nos dice que podría incluso alcanzar los 15 metros, como se sospecha que hizo el tsunami que arrasó la costa gaditana en 1755, según las investigaciones que se han realizado.
En ambos casos las mayores elevaciones estarían asociadas a los maremotos generados en las fallas de Marqués de Pombal y de Horseshoe.
Los tiempos de llegada rondarían los 55 minutos en Andalucía, mientras que la llegada a las Islas Canarias se produciría pasada una hora. Cabe destacar que este tramo de la costa andaluza podría verse afectado por la llegada de maremotos de menor magnitud, pero con un tiempo de llegada que ronda los 30 minutos.
- En total son 36 tramos de litoral españoles sobre los que se cierne la sombra de una gran ola. En Cataluña, Comunidad Valenciana y Baleares, así como la Andalucía mediterránea, la falla de Alborán Sur, la del Golfo de Rosas o la de La Marina podrían generar asimismo un maremoto capaz de golpear la costa. No obstante por la cercanía de las fallas tendrían alturas inferiores a los que pueden afectar al Golfo de Cádiz.
Las zonas con mayor riesgo de que llegue una ola gigantesca están en Málaga y Melilla, donde podría llegar a los 5 metros en cuestión de 20 minutos. A Murcia tardía algo más, y tendría potencial de llegar a los 2 metros, mientras que en el resto del Levante un tsunami podría superar fácilmente el metro de elevación.
En Baleares, los valores máximos de elevación en la franja norte de Mallorca y Menorca estarían condicionadas por la falla neotectónica de Barcelona-Tarragona y no se espera que superen los 0,6 metros, según apunta el documento oficial. Por otro lado, en Ceuta se podrían llegar a producir elevaciones máximas de 1,20 m como consecuencia de maremotos generados en la falla de Jebha, con un tiempo de llegada de unos 20 minutos.
- Y tampoco se librarían en el norte. El 2 de febrero de 2014, de hecho, un tsunami arrasó la costa de Gipuzkoa, generando pérdidas valoradas en unos 35 millones euros. Entonces coincidieron mareas vivas, un fuerte temporal de vientos, y altísimas olas que fueron a más ayudadas por estos fenómenos. Se midió una de alrededor de 13 metros.
En caso de producirse debido a un evento sísmico, un maremoto que alcanzase el norte se originaría en el Banco de Gorringe, y la ola tardaría más de una hora en llegar. En Galicia podría alcanzar elevaciones máxima de 2 metros, apunta el BOE, mientras que en la cornisa cantábrica –Asturias, Cantabria y País Vasco– serían inferiores al medio metro.
Este es un ejemplo del mensaje que se enviaría en caso de producirse un terremoto en el Atlántico.